Tras escuchar la sentencia que le negaba libertad condicional, el sujeto burló la seguridad y saltó contra la magistrada que acaba de leer el veredicto.
Video: violento ataque de un hombre condenado a una jueza
El año pasado, en un tribunal de Mendoza la fiscal Claudio Ríos fue atacada a la "pasada" por un condenado que aguardaba sentencia e intentó escapar del recinto corriendo. En Estados Unidos pasó una situación similar, quizás peor, y también quedó registrada por las cámaras de seguridad de la sala.
En este caso, la agresión ocurrió durante la lectura de la sentencia a un delincuente en el estado de Nevada. Allí, Deobra Delone Redden enloqueció cuando escuchó que la jueza le negaba la libertad condicional. Su reacción fue burlar su custodia, correr hacia la magistrada, saltar por encima del escritorio e intentar lastimarla.
La jueza del Centro de Justicia Regional de Las Vegas, en el distrito del condado de Clark, Mary Kay Hothus, no llegó a reaccionar ante la velocidad de su agresor y porque todo ocurrió en escasos segundos. Si bien intentó moverse, terminó en el piso con varios golpes.
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Un mariscal de la sala también resultó herido cuando acudió en ayuda de la jueza y fue hospitalizado para recibir tratamiento por un corte sangrante en la frente y un hombro dislocado, según los funcionarios y testigos.
El acusado, de 30 años, fue derribado detrás del banco de la jueza por varios funcionarios del tribunal y de prisiones, algunos de los cuales lo golpearon. Luego fue arrestado y encarcelado en el Centro de Detención del Condado de Clark, donde los registros muestran que enfrenta múltiples cargos nuevos por delitos graves, incluida agresión a una persona protegida, en referencia a la jueza y a los funcionarios del tribunal.
"Sucedió tan rápido que era difícil saber qué hacer", dijo Richard Scow, el fiscal jefe de distrito del condado que procesó a Redden en un caso que surgió de un arresto el año pasado por acusaciones de que este atacó a una persona con un bate de béisbol.
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Cuando llegó a la corte el miércoles, Redden vestía una camisa blanca y pantalones oscuros y permaneció junto a Almase. Pidió indulgencia a la jueza mientras se describía a sí mismo como "una persona que nunca deja de intentar hacer lo correcto, sin importar lo difícil que sea".
"No soy una persona rebelde", le dijo a la jueza. Añadió que no cree que deba ser enviado a prisión. "Pero si es apropiado para ti, entonces tienes que hacer lo que tienes que hacer".