El Gobierno argentino mostró documentación que demuestra que las autoridades venezolanas sabían que Nahuel Gallo iba a viajar a ver a su esposa e hijo.
Gallo había sido autorizado por Venezuela para entrar al país
El cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina, Nahuel Gallo, quien cumple funciones en Uspallata, permanece secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro desde el 8 de diciembre, acusado de espionaje y terrorismo. Sin embargo, documentos oficiales presentados por el Ministerio de Seguridad de Argentina confirman que Gallo había recibido autorización para ingresar a Venezuela con fines turísticos y recreativos, un hecho que contradice las acusaciones del régimen chavista.
Los certificados, obtenidos por el Ministerio de Seguridad y enviados al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil -intermediario entre ambos países en este conflicto-, incluyen una carta de invitación firmada por la esposa de Gallo, María Gómez, que fue aprobada por el régimen venezolano semanas antes del viaje.
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En la carta, Gómez identifica a Gallo como su pareja y padre de su hijo menor, y aclara que el objetivo de su visita era exclusivamente turístico, sin fines lucrativos. "Mi invitado, supra identificado, realiza esta visita en calidad de turista, con fines exclusivamente recreativos y sin fines de lucro en la ciudad de Puerto La Cruz", detalla el texto, cuya autenticidad fue certificada por el Servicio Autónomo de Registros y Notarías de Venezuela.
Argentina también presentó otros documentos que respaldan la legalidad del viaje, como la ficha de servicio del gendarme, su partida de nacimiento y la autorización del Poder Ejecutivo para que Gallo viaje al exterior durante su período de vacaciones.
Un Viaje Planificado y Aprobado
De acuerdo con los informes de la Gendarmería Nacional, esta era la primera vez que Gallo solicitaba permiso para viajar al extranjero durante sus vacaciones. El plan original contemplaba su regreso a Argentina el 3 de enero. Sin embargo, al cruzar desde Colombia hacia Venezuela por el puente internacional de Táchira, fue detenido por las fuerzas chavistas.
Las autoridades argentinas argumentan que, de haber detectado alguna irregularidad en los documentos de Gallo, el régimen venezolano debió rechazar su ingreso al país, no secuestrarlo.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no escatimó críticas hacia el exembajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, quien insinuó que Gallo no había realizado los trámites correspondientes. "El canalla de Laborde coloca a la Argentina como victimario diciendo que no presentó los trámites, cosa que es falsa, en vez de preguntarse por qué lo secuestraron. Traidor a la patria", acusó Bullrich.
También le respondió a Cristina Fernández, quien aseguró que "nunca habría autorizado que un Gendarme viaje a Venezuela".