A pesar del ataque de las tropas de Rusia, bebés nacen mientras las bombas caen sobre su tierra.
Unas 30 bebés nacieron en sótanos de hospitales y refugios de Ucrania
El milagro de la vida sigue ocurriendo a pesar de la guerra desatada por la invasión de Vladimir Putin a Ucrania. Al menos unos 30 bebés han nacido en refugios anti bomba, mientras los proyectiles de las tropas rusas caen alrededor de los hospitales.
"Tener un bebé en tiempos de guerra es aterrador. Pero también es un momento de alegría porque demuestra que incluso en los momentos más oscuros para Ucrania, la vida continúa", contó Anastasia Hlazenko, de 24 años.
La joven se vio obligada a prepararse para el nacimiento de su primer hijo refugiándose en un sótano de un hospital de la ciudad ucraniana Izyum mientras las fuerzas de Putin atacaban su ciudad. Además dijo que vivió un viaje aterrador, abrazando a la recién nacida Polina y junto su esposo el jardinero paisajista Andriy, de 29 años, para escapar de la línea de fuego.
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Las historias son varias, pero una que llamó la atención del mundo entero, fue la que dio a conocer Hannah Hopko, miembro del parlamento ucraniano, donde una mujer de 23 años dio a luz en su estancia en una estación de metro en Kiev, en el momento en el que se resguardaba de los ataques.
Entre los bebés que nacieron en refugios de Ucrania en medio de los bombardeos, también resalta la historia de dos niños que nacieron en un paritorio improvisado en el sótano de una maternidad de la ciudad de Kherson, al sur del país.
Por otro lado, Camila, hija del jugador del Real Sporting de Gijón Eric Ramírez, nació en la capital de Ucrania. La embarazada estaba en labor de parto en el hospital mientras el futbolista buscaba poder trasladarla a Asturias.
En la ciudad de Kolomyia, situada al Oeste de Ucrania, nació una niña mientras sonaban las sirenas de alerta de guerra y en Kiev, nacieron mellizos cuando las alarmas alertaban a los ciudadanos que se refugiaran ante la posibilidad de ataques.
Ante los nacimientos en refugios de Ucrania, las autoridades gubernamentales declararon que « los bebés nacieron saludables y sus madres se encuentran en buen estado de salud".
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