En más de 250 hectáreas descansan soldados de todas las guerras de los Estados Unidos: desde la Independencia hasta Iraq y Afganistán. La tumba de Kennedy, uno de los sitios más emotivos y emblemáticos del Cementerio de Arlington.
La llama que nunca se apaga: Kennedy y el espíritu de Arlington
El Cementerio de Arlington, en el estado de Virginia, a pocos kilómetros de Washington D.C., es uno de los sitios de descanso final más reverenciados en Estados Unidos: entre otros, allí descansan los soldados -veteranos o caídos en servicio- de todas las guerras, hasta las recientes en Iraq y Afganistán.
Entre las tumbas más destacadas del Cementerio de Arlington se encuentra la del presidente John Fitzgerald Kennedy, quien descansa junto a su esposa, Jaqueline Bouvier Kennedy Onassis, y dos hijos: Patrick y Arabella. Sin embargo, la placa de la hija de Kennedy no dice su nombre, sino solamente "daughter", que significa "hija", porque nació muerta, en el año 1956.
Por su parte, Patrick, el tercer hijo del matrimonio, nació prematuro el 7 de agosto de 1963 y falleció dos días después tras desarrollar un síndrome de dificultad respiratoria neonatal. Ese mismo año, en el mes de noviembre, John F. Kennedy fue asesinado.
En lugar en el que está Kennedy, su esposa y dos de sus hijos es uno de los principales atractivos para los visitantes que llegan al cementerio de Arlington de todo el mundo. La tumba está marcada con una losa de granito blanco y es un sitio fácilmente reconocible por la llama eterna que arde día y noche.
Kennedy está en el cementerio de Arlington por haber servido en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, antes de asumir la presidencia. Cerca de su tumba se encuentra la de su hermano Robert "Bobby" Kennedy, también asesinado: fue en 1968 durante la campaña presidencial en la que era candidato del Partido Demócrata.
Además de soldados de todas las guerras caídos en combate o años después, el Cementerio de Arlington es el lugar de descanso de otras figuras destacadas, como astronautas. De hecho, hay un Memorial a los tripulantes del Challenger que murieron en 1986.
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Un lugar tradicional de Arlington es la Tumba del Soldado Desconocido, un monumento dedicado a los soldados no identificados de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam.
La guardia de honor, que vigila esta tumba las 24 horas del día, todos los días del año, es un imperdible de este recorrido (ver video superior).