El jueves se registró la erupción solar más intensa desde 2017. Podría provocar auroras boreales en Estados Unidos.
Esperan una tormenta geomagnética luego de una erupción solar
Este jueves, una espectacular erupción solar de clase X, la más poderosa de su tipo en el actual ciclo de 11 años del sol, sorprendió a los observadores del espacio. Este evento, el más intenso desde septiembre de 2017, lanzó una intensa ráfaga de radiación hacia nuestro planeta.
Las llamaradas solares, desatadas por las manchas solares, se clasifican en diferentes categorías, desde la clase X, la más potente, hasta las clases M, C, B y A. La secuencia continuó con una llamarada de clase M el viernes, extendiendo la actividad solar.
Sin embargo, la magnitud de esta erupción trascendió las expectativas, desencadenando un apagón de radio de onda corta en América Central y del Sur. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica describió este suceso como uno de los mayores eventos de radio solar jamás registrados. Además, se detectaron interferencias y degradación en la calidad de la señal en varios centros de aviación del Servicio Meteorológico Nacional de EEUU.
La atención ahora se centra en las posibles consecuencias para nuestro planeta durante el fin de semana. La "eyección de masa coronal" (CME), asociada a la erupción solar, se espera que impacte la Tierra hoy y mañana. Este fenómeno, compuesto por magnetismo y material solar, podría desencadenar tormentas geomagnéticas.
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Las partículas de alta energía, viajando a la velocidad de la luz, podrían interactuar con nuestro campo magnético, causando fenómenos visuales extraordinarios, como las auroras boreales. Sin embargo, predecir su aparición exacta es desafiante. La confirmación de una CME solo se obtiene cuando llega al satélite DSCOVR, a aproximadamente 1 millón de millas de la Tierra, proporcionando apenas una hora de aviso.
La posibilidad de una tormenta geomagnética, aunque se predice menos intensa que eventos previos, aún sostiene la promesa de llevar la aurora boreal hacia latitudes más al sur, extendiéndose hacia Canadá y, posiblemente, algunas áreas del norte de Estados Unidos.
Este evento solar marca un hito significativo, ya que nos acercamos al pico del ciclo solar, proyectado para el 2024. Con el aumento de la actividad solar, se espera que las oportunidades de observar la aurora boreal sean más frecuentes en los próximos meses.