Afirman que no entrarán por la fuerza porque quieren negociar una transición de poder.
Tensión en Kabul con la llegada de los talibanes al poder
Los disparos se escuchaban a las puertas de Kabul. Los talibanes llegaron este domingo a la capital de Afganistán y afirman que no entrarán por la fuerza porque quieren negociar una transición de poder.
"En varias áreas remotas de Kabul se han escuchado disparos. Las fuerzas de seguridad del país, en coordinación con los socios internacionales, controlan la situación de seguridad en Kabul", anunció en Twitter la oficina del Palacio Presidencial afgano.
El ministro de Interior en funciones, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró en un mensaje televisado que no se producirá ningún ataque en Kabul y la transición de poder se llevará a cabo de manera pacífica, según recoge el canal local Tolo, y garantizó además a la población que serán protegidos por las fuerzas de seguridad.
Ver: Afganistán promete "removilizar" al Ejército para frenar a los talibanes
La situación es de pánico en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonen sus puestos de trabajo y vayan a sus hogares, mientras cierran tiendas y bancos, con el tráfico paralizado por grandes atascos.
Los talibanes, en un comunicado, han pedido a sus combatientes, tras tomar el control de casi la totalidad del país, "no luchar en Kabul" y que permanezcan "en las puertas" de la capital, sin tratar de entrar en la ciudad.
"Dado que la capital Kabul es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza o combatir, sino más bien entrar en Kabul pacíficamente", remarcaron los insurgentes.
Para ello, continuaron, "se están llevando a cabo negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de manera segura, sin comprometer la vida, la propiedad y el honor de nadie, y sin comprometer la vida de los kabulíes".
Mientras tanto, insistieron en que el control de la seguridad en Kabul sigue recayendo "en el otro bando", y recordaron a la población que no tienen "intención de vengarse de nadie", incluidos los que sirvieron en el Ejército, la Policía o en la Administración: "Están perdonados y a salvo, nadie será objeto de represalias".
"Todos deben permanecer en su propio país, en su propio hogar, y no intentar salir del país", sentenciaron.
Los combatientes insurgentes están acampados a sólo 50 kilómetros de la capital afgana y Estados Unidos y otros países se apresuran para sacar a sus ciudadanos de Kabul por vía aérea antes de un temido asalto total.
El Gobierno estadounidense dijo a principios de este mes que ya tramitaba unas 20.000 solicitudes de visado de afganos que ayudaron a sus soldados junto a sus familiares, al menos 50.000 personas más.
Otros países como Canadá, Alemania, Reino Unido o España también han anunciado la próxima evacuación de parte del personal de sus embajadas y de otros ciudadanos afganos con sus familias que trabajaron codo con codo con ellos durante estas dos décadas.
Kabul había sido aislada por los talibanes
Los insurgentes han tomado este fin de semana otras dos ciudades Jalabad al este del país,y Mazar-e-Sharif, al norte. Así celebraban los talibanes sus nuevas conquistas. El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha prometido no renunciar a los "logros" alcanzados en los 20 años transcurridos desde que Estados Unidos derrocó a los talibanes en 2001.
En las zonas que acaban de controlar los talibanes, como Herat, estos entregan cartas de amnistía a corto y largo plazo a las fuerzas del gobierno afgano. A los que proceden de otras provincias les proporcionan cartas temporales de tres días para que regresen a sus provincias de origen, donde tendrán que conseguir otra carta de amnistía a largo plazo.
Albania acogerá, a petición de los Estados Unidos, provisionalmente a centenares de afganos que durante el largo conflicto en su país han ayudado a las tropas estadounidenses, y cuya vida estaría en peligro si caen en manos de los talibanes tras la retirada de las tropas militares extranjeras.
El papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Afganistán, donde los talibanes han conquistado gran parte del país, y pidió que cesen las armas y se pueda abrir un dialogo para que la población pueda volver a vivir en paz.
"Me uno a la unánime preocupación por la situación en Afganistán. Os pido que recéis al Dios de la paz para que cese el ruido de las armas y las soluciones puedan encontrarse en una mesa de dialogo y así la martirizada población pueda volver a sus casa y a vivir en paz y en seguridad en el pleno respeto reciproco", dijo el papa Francisco al concluir del rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.