Suiza es el país donde cientos de personas acuden para llevar a cabo el procedimiento. El cual tiene muchos procesos para la aceptación de los pacientes que los solicitan.
Suicidio asistido: de qué se trata y cómo se diferencia de la eutanasia
Luego de la noticia de la muerte de Jean-Luc Godard por medio del suicidio asistido se instaló el debate sobre este procedimiento habilitado en pocos países. Siendo Suiza uno de ellos, el país cuenta con el número más alto de personas que deciden terminar con su vida con este método.
Se estima que son más de 1000 las muertes asistidas que se llevan a cabo por año en dicho país, aunque la cifra no cuenta a los quienes no son residentes por lo que se estima una cantidad más alta.
La mayoría de las personas que optan por esta medida tienen más de 65 años, pero lamentablemente se ha comenzado a incrementar el número de jóvenes que toman esta decisión. La cual solo puede llevarse a cabo por personas con enfermedades incurables y que estén en estado terminal.
Entre las razones que más llevan a las personas a tomar esta decisión están: el cáncer, fuertes dolores, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Parkinson y polimorbilidad.
En Suiza está prohibida la eutanasia en sí, esto quiere decir que no permiten que un tercero, aunque este sea un médico, administre algún medicamento para provocar la muerte. Lo que si aceptan es el suicidio asistido, la diferencia es que el paciente lo hace por mano propia con un medicamento que le es brindado por profesionales miembros de organizaciones especializadas en la materia como "Exit" y "Dignitas".
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Procedimiento y controles de selección
Este tipo de procedimiento tiene un fuerte control para aprobar a los solicitantes, las organizaciones investigan la situación del mismo a fondo. En cuanto al plano físico, para que se lleve a cabo el proceso el paciente tiene que estar sufriendo una enfermedad incurable o tener dolores insoportables.
En lo psicológico se tiene en cuenta que el paciente esté con sólida capacidad de juicio y que la decisión no haya sido tomada de forma repentina ni influenciada por un tercero. Además se verifica que la condición de salud presentada no pueda ser aliviada con ningún tipo de tratamiento.
Las solicitudes llevan bastante tiempo para ser aprobadas y en el caso de los extranjero se les hace una entrevista al llegar a Suiza. Una vez que se aprueba el procedimiento se puede elegir realizarlo en alguna de las propiedades de la organización o en el caso de un residente suizo, en su propia casa. Lo que se brinda es una dosis letal de un ácido que es prescrita por un médico que termina con la vida de la persona de una forma rápida.
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