Los Leopard 2 son reclamados desde hace meses por Kiev, que los considera clave para hacer frente a la invasión rusa.
Sin acuerdo en la OTAN para enviar a Ucrania tanques alemanes
A pesar del reclamo del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que los países de occidente le provean armas para enfrentar a las tropas rusas, los ministros de Defensa de los países de la OTAN que se reunieron en una base militar estadounidense en Alemania no consiguieron cerrar un acuerdo sobre el envío de tanques alemanes Leopard 2.
Los Leopard 2 son reclamados desde hace meses por Kiev, que los considera clave para hacer frente a la invasión rusa, pero los ministros de 50 países del bloque que hoy estuvieron en la base estadounidense de Ramstein, en Alemania, no llegaron a una postura unánime para realizar esa entrega.
"No estamos dudando, sólo estamos sopesando los pros y los contras", señaló el ministro alemán, cuyo país está bajo presión desde hace días, ya que varias naciones necesitan su autorización para exportar estos carros de combate. "Tenemos la responsabilidad de pensar detenidamente en las consecuencias para todas las partes en conflicto", añadió.
Según los expertos, estos blindados modernos podrían tener un impacto importante en los próximos combates en el este de Ucrania, donde Rusia reanudó la ofensiva tras los reveses de los últimos meses, pero los países occidentales temen que, pese a las garantías ucranianas, Kiev provoque una escalada del conflicto usando estas armas para golpear el interior del territorio ruso y sus bases aéreas y navales en Crimea, anexada por Rusia en 2014.
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A pesar de esto, Polonia y Finlandia dijeron en el encuentro que podrían enviar los Leopard que tienen a su disposición, si Berlín les da el visto bueno. Pero se ignora si Alemania dará su consentimiento. Estados Unidos rehusó achacar el fracaso de las negociaciones a Alemania, pero exhortó a buscar una forma de entendimiento.
El Kremlin, en tanto, aseguró antes del encuentro que la entrega de tanques pesados "crearía nuevos problemas para Ucrania".
"Todos podemos hacer más" por Ucrania, afirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y agregó que Alemania es un "aliado fiable". "Tenemos una ventana de oportunidad desde ahora hasta la primavera", que inicia en marzo. "No es mucho tiempo y tenemos que unir nuestras mejores capacidades", afirmó.
Así y todo, la guerra irá para largo, advirtió el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley. "Desde un punto de vista militar, sigo sosteniendo que este año será muy, muy difícil expulsar por completo a las fuerzas rusas de todas las zonas ocupadas de Ucrania", afirmó.
Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y Dinamarca anunciaron nuevas ayudas militares para Kiev antes de la reunión en Ramstein. A pesar de la falta de acuerdo, el mandatario ucraniano, Zelenski, no se dio por vencido y aseguró que los países occidentales no tendrán "otra alternativa" que enviar los tanques que reclama.
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Washington desbloqueó esta semana un nuevo paquete por un valor de 2.500 millones de dólares, que incluye 59 vehículos de combate de infantería Bradley y gran cantidad de blindados para transporte de personal, según el Pentágono.
Sin embargo, este nuevo apoyo no incluye tanques pesados, como el Abrams, que Washington rehúsa entregar a Kiev alegando razones de mantenimiento y formación.
El Reino Unido enviará 600 misiles adicionales del tipo Brimstone, Dinamarca 19 cañones Caesar y Suecia cañones de largo alcance Archer. Finlandia se sumó el viernes con un paquete que incluirá artillería pesada y municiones.
Moscú anunció hoy que sus fuerzas se hicieron con el control de dos pueblos en Ucrania, uno de ellos cerca de Bajmut, en el este, donde actualmente se concentran los combates, reportó la agencia de noticias Europa Press.
Kiev, en tanto, acusó hoy a las fuerzas rusas de matar a cuatro civiles y de herir a otros tres en la provincia oriental de Donetsk durante la última jornada.
Concretamente, dos de los muertos habrían perdido la vida en la ciudad de Drobisheve, otro en Maksimilianivka y un último en Bajmut, anunció en un comunicado en Telegram el gobernador militar de Donetsk, Pavlo Kirilenko.
Bajmut (este), actual epicentro de la guerra, los bombardeos provocaron destrozos, constataron periodistas de AFP.
"¡Miren!, ¡Miren! ¡Ése es mi apartamento! ¡El único apartamento que tengo!", exclamaba Olga Tomak, de 70 años, viendo junto a su marido, Mykola, arder el edificio donde vivían, impactado por un misil.
Las autoridades de ocupación rusa señalaron también un "fuerte aumento de la intensidad" de los combates en la región de Zaporiyia (sur), con enfrentamientos "en toda la línea del frente".
La ONU anunció la llegada de un primer convoy humanitario cerca de Soledar, una ciudad del este de Ucrania cuya conquista fue reivindicada la semana pasada por el ejército ruso y el grupo paramilitar Wagner.
Estados Unidos designó el viernes al grupo Wagner como una "organización criminal transnacional", aumentando la presión sobre esa milicia privada, acusada de cometer atrocidades y abusos.
Por otra parte, el ejército ucraniano anunció, asimismo, la llegada de la primera caravana de ayuda humanitaria de Naciones Unidas a las afueras de Soledar, cuya caída niega Kiev.
Se trata de tres camiones que transportan agua, alimentos y artículos de primera necesidad para unas 800 personas, precisó desde Ginebra el portavoz de la agencia humanitaria de la ONU, Jens Laerke.
En el sur del país, las autoridades de ocupación rusa denunciaron que hay un "fuerte aumento de la intensidad" de los combates en la provincia de Zaporiyia, donde hay enfrentamientos "en toda la línea del frente", según la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
En ese territorio se encuentra la central nuclear homónima, la más grande de Europa, para la que el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, continúa negociando el establecimiento de una zona de seguridad con las partes beligerantes.
"Todos están de acuerdo con que es necesario proteger la planta, que está en la vanguardia de la zona de hostilidades activas (...). No me detendré hasta que la zona tan necesaria se haga realidad. Continuaré mis consultas intensivas tanto con Ucrania como con la Federación de Rusia en los próximos días y semanas", dijo hoy Grossi en un comunicado, en el que denunció que los empleados de la misión del OIEA presentes en la planta nuclear escucharon ayer dos explosiones en los alrededores.
Desde hace meses, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear las instalaciones de la central, situada en una zona ocupada desde marzo por las tropas rusas.