El ascenso de la ultraderecha en Francia tiene un capítulo clave este domingo. Tras el triunfo de la semana pasada por parte del partido liderado por Le Pen, otros partidos buscan frenar el ascenso de este sector ultra conservador.
Segunda vuelta en Francia y "Cordón Republicano" a la ultraderecha
Este domingo, Francia vuelve a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones legislativas, en un clima de tensión y expectativas. La extrema derecha, representada por el partido Reunión Nacional (RN) de Marine Le Pen y Jordan Bardella, enfrenta un desafío formidable: el "cordón republicano", una alianza de partidos políticos que busca frenar su avance.
La primera vuelta, celebrada el domingo pasado, dejó a muchos franceses preocupados por el ascenso de la ultraderecha. Sin embargo, los sondeos pronostican una caída significativa del RN en esta segunda vuelta. Según el instituto IFOP, el RN obtendría entre 175 y 205 escaños, lejos de la mayoría absoluta de 289 bancas necesarias en la Asamblea Nacional.
El Nuevo Frente Popular de Izquierda, por su parte, podría lograr entre 145 y 175 escaños, mientras que la coalición presidencial Juntos por la República oscilaría entre 118 y 148 escaños. Los Republicanos, que no se aliaron con el RN, obtendrían entre 57 y 67 escaños.
La mayoría de los electores parece decidida a evitar que el RN alcance la mayoría absoluta: solo el 37% está a favor de esta posibilidad, principalmente aquellos que votaron por el RN en la primera vuelta.
Por otro lado, el 47% de los franceses rechaza la idea de una mayoría del RN, ya sea absoluta o relativa. El "cordón republicano", que ha bloqueado a la extrema derecha desde 2002, sigue mostrando su fuerza, aunque esta vez las razones son más pragmáticas que ideológicas.
Según advierten medios internacionales, uno de los principales factores detrás de la caída del RN ha sido la improvisación en su campaña. El partido ha modificado su programa constantemente, abandonando muchas de sus promesas de larga data. Este cambio ha sido justificado por la situación presupuestaria "catastrófica", según Bardella y Le Pen.
Las promesas de abolir la reforma de jubilación, prohibir a los binacionales trabajar para el Estado, y eliminar la TVA de productos esenciales, han sido retractadas. Esta inconsistencia ha sido destacada por el primer ministro Gabriel Attal y otros analistas políticos.
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El poder adquisitivo ha sido un tema central para los franceses, influenciando fuertemente su voto en las elecciones europeas, donde el RN obtuvo el 34% de los votos. Sin embargo, la implementación del programa del RN, evaluado en 100.000 millones de euros, requeriría aumentos de impuestos, una realidad que el partido ha tratado de evitar.
La participación en esta segunda vuelta es crucial, con cifras preliminares indicando una participación del 26,63% a mediodía, un aumento significativo en comparación con las elecciones anteriores.
La alta participación sugiere que los votantes están motivados a impedir el avance de la extrema derecha, aunque también existe el riesgo de desmovilización entre los electores anti-RN, quienes podrían sentirse confiados en la efectividad del cordón republicano.
Estas elecciones no son solo unas legislativas más, sino un referéndum sobre la extrema derecha en el poder. El resultado de hoy podría definir el futuro político de Francia y tendrá repercusiones en toda Europa. Los franceses enfrentan una elección crucial, con el desafío de mantener la estabilidad y evitar el ascenso de un partido que muchos consideran una amenaza para la República.
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