El presidente ruso afirma que las acciones del opositor están siendo utilizadas en detrimento de su país.
Putin acusa a las potencias occidentales de "usar" el caso de Navalny
Sin nombrarlos, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó este domingo a la Unión Europea (UE) y Estados Unidos de estar utilizando el caso de la detención del líder opositor Alexey Navalny y sus críticas a la represión y arrestos masivos en las protestas del último mes como parte de "una política de contención" contra Moscú.
Desde hace varias semanas, la UE y EEUU, por un lado, y Rusia, por otro, cruzan denuncias y advertencias por la detención de Navalny, primero, y por la represión de las protestas que pedían su liberación, después.
Mientras los primeros denuncian una persecución política y abusos por parte del Gobierno ruso, éste lo acusa de injerencia en los asuntos internos de Rusia y de estar utilizando el tema para generar consenso para imponer más sanciones económicas y políticas contra el Kremlin.
"Nuestros opositores o nuestros adversarios potenciales (...) siempre han contado con personas ambiciosas, ávidas de poder, siempre las han utilizado", aseguró Putin en una entrevista a los medios rusos, realizada el miércoles pero difundida hoy por la cadena pública Rossiya 24.
"Utilizan a este personaje precisamente ahora, en un momento en el que todos los países del mundo, incluyendo el nuestro, sufren el agotamiento, la frustración y la insatisfacción por las condiciones en las que viven, a su nivel de ingresos", agregó el mandatario.
Pese a reconocer un agotamiento, frustración e insatisfacción en la sociedad, Putin destacó "los numerosos triunfos" de Rusia, entre ellos la creación de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V, uno de los inoculantes con mayor efectividad y menor precio en esta pandemia.
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"Cuanto más fuertes somos, más fuerte es esta política de contención", concluyó, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
Navalny se convirtió en un nombre conocido en todo el mundo cuando en pleno vuelo interno en Rusia se descompensó y quedó en estado crítico. El líder opositor acusó al Gobierno de Putin de envenenarlo y tras una gran presión interna y externa, su familia consiguió sacarlo del país para que se recuperara en un hospital en Alemania.
El Gobierno siempre negó cualquier intento de asesinato contra Navalny y cuando éste volvió a Moscú a principio de este año, fue detenido de inmediato bajo el argumento legal de que había violado las condiciones de una condena en suspenso que poseía desde 2014 cuando se fue a Alemania.
Unas semanas después, una corte de Moscú resolvió que el líder opositor debe cumplir el resto de su condena de manera efectiva en la cárcel, por lo que pasará años tras las rejas.
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Esta decisión, sumada a las más de 10.000 detenciones de simpatizantes de Navalny en tres semanas de protestas, desató una ola de acusaciones y advertencias de la UE y Estados Unidos. La primera ya anunció que está analizando la posibilidad de imponer nuevas sanciones.