El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, criticó y culpó al gobierno francés.
Video: Polonia se compara con Francia por los disturbios
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, culpó al Gobierno francés de los disturbios y aseguró que lo ocurren en París es por la admisión de inmigrantes.
El mandatario está en contra del programa de la Unión Europea que busca admitir inmigrantes ilegales: "Nuestro programa es la Europa de las fronteras seguras : seguridad y orden público: ¡estos son los valores de los que parte todo lo demás!" , escribió en su Twitter.
"Tiendas saqueadas, coches de policía incendiados, barricadas en las calles: esto es lo que está sucediendo actualmente en el centro de París y en muchas otras ciudades francesas. No queremos tales escenas en las calles polacas. No queremos escenas como esta en ninguna ciudad de Europa", añadió el primer ministro polaco.
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"Por eso defenderemos las conclusiones del Consejo Europeo de 2018, defenderemos el principio de la admisión voluntaria de inmigrantes. Detener la migración ilegal. Seguridad primero."
Hace algunos días los países de la Unión Europea alcanzaron previamente un acuerdo para revisar las reglas de distribución de solicitantes de asilo y migrantes. El presidente del partido gobernante de Polonia, Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, anunció que propondría celebrar un referéndum sobre la acogida de migrantes en el marco del programa europeo de reubicación.
"No todos son conscientes del nivel de amenaza. Algunos líderes hacen la vista gorda ante la amenaza que aparece en las fronteras y en las calles de Europa. Polonia dice claramente que es un error estratégico abrir las fronteras, no protegerlas con éxito crea un peligro para los europeos. Nuestros ciudadanos, los europeos, pagarán por ese fallo", afirmó Morawiecki.
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Los incidentes comenzaron en el suburbio parisino de Nanterre a raíz de la muerte de Nahel, un joven de 17 años al que un policía le disparó a quemarropa durante un control de tránsito.
Las autoridades informaron que 1.350 vehículos fueron incendiados o dañados, 234 edificios quemados o deteriorados y se registraron 2.560 incendios en la vía pública.
La muerte de Nahel M., cuya familia es oriunda de Argelia, agitó el debate sobre la violencia policial en Francia, donde en 2022 murieron 13 personas en circunstancias similares y generó críticas a las fuerzas del orden, percibidas como racistas por una gran parte de la población.
La violencia que se propagó por todo el país a pesar del despliegue de 45.000 agentes y del uso de blindados para frenar las protestas.
No lograron detener los actos de vandalismo en ciudades como Marsella (sur) o Lyon y Grenoble, ambas en el centro-este, donde grupos de personas -en muchos casos, encapuchadas- saquearon comercios.
En París y en sus suburbios, a pesar de la lluvia, también se registraron disturbios el sábado de madrugada. En esa zona, se produjeron 406 detenciones, indicó una fuente policial a la agencia de noticias AFP.
Las autoridades impusieron toques de queda en al menos tres localidades de la región de la capital francesa y en varias otras del país.
Nahel será enterrado hoy en Nanterre, el suburbio a 15 kilómetros de París en el que vivía y en el que murió. Allí, los habitantes se preparaban hoy para las exequias del joven.
"El sábado 1 de julio será, para la familia de Nahel M., un día de recogimiento", escribieron los abogados de la familia, instando a los medios de comunicación a no asistir a la ceremonia para "darle a las familias en duelo la intimidad y el respeto que necesitan".
El Gobierno decidió suspender todos los grandes eventos y pidió que los tranvías y los autobuses dejaran de circular en todo el país a partir de las 21.
Entretanto, la ONU pidió a las autoridades francesas ocuparse seriamente de los "profundos" problemas de "racismo y discriminación racial" en sus fuerzas de seguridad, unas acusaciones que la Cancillería francesa calificó de "totalmente infundadas".
Mounia, la madre de la víctima, dijo en la cadena France 5 que no culpa a la Policía, sino solo al agente que le quitó la vida a su hijo.
La justicia decretó prisión preventiva por homicidio voluntario para el agente de 38 años autor del disparo que, según su abogado, pidió "perdón a la familia" de Nahel.
En un intento de apaciguar la situación, la Selección francesa de fútbol, capitaneada por Kylian Mbappé, señaló en un comunicado que "el tiempo de la violencia debe parar" y dejar lugar a "maneras pacíficas y constructivas de expresarse".
"Desde este trágico suceso, asistimos a la expresión de una cólera popular que comprendemos en el fondo, pero no podemos aceptar en la forma", escribieron los futbolistas, según consignó el diario Le Monde.