El desarrollo fue testeado en ovejas y permite sobrevivir a un feto hasta por 12 días. ¿Cómo funciona?
Crean una placenta artificial para salvar a bebés prematuros extremos
El centro clínico y de investigación BCNatal, en España, puso en marcha hace tres años un proyecto para crear una placenta artificial capaz de emular las condiciones que se producen en el vientre materno. El objetivo de este dispositivo era poder prolongar en bebés prematuros extremos el desarrollo fetal adecuado, minimizando el riesgo de mortalidad y de secuelas. Ahora, informaron resultados positivos.
Es que tes años después, los investigadores demostraron que el proyecto es viable. Según los datos presentados en rueda de prensa, el equipo consiguió desarrollar un prototipo de placenta artificial funcional y logró una supervivencia de 12 días en modelos animales.
En experimentos con fetos de oveja, los investigadores consiguieron alcanzar la supervivencia de 12 días en tres ocasiones, aunque también han logrado varios casos de éxito con 10 y 9 días de supervivencia, todo un "hito", tal y como señaló a El Mundo Eduard Gratacós, director de BCNatal y líder del proyecto.
El médico subrayó que "este es un proyecto muy singular que tiene la determinación de conseguir cambiar la vida de miles de personas en el mundo".
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Según las previsiones del equipo, "si todo va bien, en dos o tres años" podrían iniciarse los ensayos clínicos en el contexto de terapia de uso compasivo para humanos. Pero, antes, insistió, es necesario afinar todos los procesos y conseguir que "algo que funciona casi siempre funcione siempre".
De cualquier manera, los investigadores subrayaron que el proyecto es viable y que no albergan ninguna duda de que "la placenta artificial va a ser una realidad".
Cómo es la placenta artificial
El prototipo imita el entorno protegido del vientre materno a través de un contenedor translúcido elaborado a partir de material biocompatible. Este dispositivo se conecta a un sistema de circulación que imita el líquido amniótico y permite mantener al feto "aislado de los estímulos exteriores" que podrían entorpecer su desarrollo.
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A la vez, el diseño hace posible llevar a cabo una monitorización externa, indicó Elisenda Eixarch, coordinadora científica sénior del proyecto.