Los peruanos eligen mañana entre dos candidatos que encarnan los extremos opuestos. Según varios sondeos, Castillo tiene una ventaja de 0,2 puntos.
Fujimori y Castillo: izquierda y derecha con empate técnico en Perú
El cierre de campaña en Perú confirmó las mismas incertidumbres y temores para este domingo electoral, cuando se abrirán las urnas para que los peruanos decidan entre dos extremos en medio de una pandemia que se ha cobrado más de 180.000 vidas.
Varias crisis unas sobre otras marcan la realidad peruana: la económica al calor del coronavirus y la política, que se ha llevado por delante a tres presidentes en una sola legislatura.
El izquierdista Pedro Castillo consiguió llenar la Plaza del Dos de Mayo en Lima, territorio de su rival, y la derechista Keiko Fujimori selló la tregua con quienes combatieron a su padre, el dictador Alberto Fujimori, con el abrazo con Álvaro Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel.
Las últimas encuestas confirman que se lucha voto a voto en esta recta final de la campaña. Según el promedio de seis sondeos, incluidos los de Datum e Ipsos, Castillo mantiene una mínima ventaja sobre Keiko: 50,1% frente a 49,9%, en un evidente empate técnico que se decidirá el domingo. Las dos últimos presidenciales también se decidieron por unos pocos miles de votos.
"Vamos a ser respetuosos con esta Constitución y sus instituciones hasta que el pueblo decida", adelantó el sindicalista de Perú Libre desde el balcón de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). Castillo, que ha suavizado propuestas como la prohibición de las importaciones ("sí -se mantendrán- pero con prioridad para la producción nacional"), propone en su plan de gobierno la convocatoria de una Asamblea Constituyente, clave en el manual bolivariano para la toma de todos los poderes del Estado.
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Castillo contó con el apoyo de Verónika Mendoza, líder de Juntos por el Perú y candidata oficial del Grupo de Puebla, y conversó con el ex presidente uruguayo Pepe Mújica, en otro intento de suavizar sus posturas radicales.
A unos pocos kilómetros, en la popular Villa El Salvador, Keiko escenificó el reencuentro con viejos enemigos con su propio hermano, Kenji Fujimori, enfrentados desde la ruptura del grupo parlamentario de Fuerza Popular (FP) en 2017, cuando el ahora líder de Cambio 21 se negó a destituir al presidente de entonces, Pedro Pablo Kuczyinski. Los parlamentarios de FP han participado activamente en las acometidas del Congreso contra los presidentes, uno de los motivos, junto a la corrupción, del hastío nacional con los partidos políticos.
"No importa el presupuesto si se hace un control recurrente, no hay cuestionamientos", aseguró Keiko a su público. Sobre la hija del dictador, que estuvo en prisión más de un año, pesa un proceso judicial en el que la Fiscalía propone 30 años de cárcel por corrupción.
"Con Castillo, en verdad, no sabemos qué va a pasar. En su entorno hay un gran chongo (lío) interno, improvisación y poca pericia. Con Keiko, en cambio, sabemos bastante bien qué va a pasar. La campaña volvió a dejarlo muy claro", resume el sociólogo Juan Luis Dammert.
Fuente: El Mundo
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