Frente al planteo de la legalización de las drogas, es bueno ver la experiencia de Países Bajos: "La especialidad de la casa son las drogas sintéticas".
Holanda: el fracaso de legalizar la droga y querer controlar el narcotráfico
"Solíamos estar muy orgullosos de nuestra política sobre las drogas. Pensábamos que dábamos el ejemplo a otros países, y que gracias a nuestra política de tolerancia (en el consumo de drogas) no tendríamos que enfrentar los problemas que tienen otros países", dijo en una conferencia internacional, Pieter Tops, académico de la Universidad de Tilburg y profesor de la Escuela de Policía holandesa .
Famosa por su política de no penalizar el consumo desde fines de los años 70, Holanda logró controlar a medias el consumo problemático con los Cofee Shop, quioscos habilitados para vender marihuana y derivados del cannabis. Sin embargo, ahora tiene un problema mucho mayor: el país se ha convertido en el mayor productor mundial de drogas sintéticas e ilegales.
Tops señaló que Holanda, actualmente es productor y distribuidor de todo tipo de drogas: cannabis, drogas sintéticas, éxtasis y metanfetaminas, cocaína y heroína. "Tenemos un alto nivel de producción y distribución de drogas... Producimos en Holanda cannabis, marihuana y drogas sintéticas, lo cual es por decirlo así, la ‘especialidad de la casa'".
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De acuerdo a un estudio en el que Tods participó, en base a cifras de la Policía y aduanas, la producción de drogas sintéticas en Holanda genera 19 mil millones de euros al año, y mucha de la producción es exportada principalmente a Estados Unidos y a Australia.
Los 3 puntos débiles de Holanda
Tops atribuyó tres razones por las cuales Holanda se ha convertido en centro de operaciones de "barones de la droga": La primera razón es que lo mismo que hace a Holanda interesante para la economía legal la hacen interesante para la economía ilegal.
"Es una economía muy abierta al comercio internacional, somos la puerta a Europa en el noroccidente. Tenemos una excelente infraestructura: puertos, aeropuertos, sistemas de comercio, el sistema de transporte de Holanda a otros países (de Europa) es muy fácil", señaló, y agregó que "Es muy costoso hacer controles más estrictos del tráfico de mercancía, y esto retardaría el movimiento del comercio lo cual restaría competitividad a Holanda frente a otros países, así que hemos preferido ignorar los riesgos. No hemos atacado el problema por querer proteger nuestra competitividad comercial".
La segunda razón, es la actitud tolerante del gobierno y la sociedad sobre las drogas y su uso. "Como consecuencia, no invertimos en una fuerza del orden fuerte para combatir la ilegalidad".
En tercer lugar, aseguró que "el verdadero problema son las cantidades enormes de dinero involucradas en este negocio ilegal y la atracción que tiene sobre gente común, no en criminales, sino gente que puede decir ‘si puedes tener la oportunidad de ganar tanto dinero en eso, y la probabilidad de que seas acusado es tan reducida, y las penas tan bajas, entonces ¿por qué no participar?'".
Actualmente son muy pocos los países donde el consumo de drogas está penalizado, porque se discrimina entre el derecho individual a elegir el estilo de vida, y la producción, tráfico y venta de sustancias. Los pocos países que legalizaron la venta solo lo hicieron en el caso de la marihuana. Ningún país del mundo tiene legalizada la venta de drogas sintéticas.
Y en aquellos que legalizaron la producción y venta, sigue habiendo narcotráfico.
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