El presidente de Estados Unidos habló frente a la Asamblea Legislativa y defendió su gestión.
Biden defendió la inmigración en su discurso ante el Congreso
El presidente estadounidense Joe Biden pronunció este jueves su discurso del Estado de la Unión ante el Congreso, en un evento cargado de tensiones políticas y marcado por un fuerte contraste con su predecesor republicano, Donald Trump.
Ante un hemiciclo dividido, con la bancada demócrata respaldándole con aplausos y ovaciones constantes y la republicana lanzándole reproches y abucheos, Biden habló durante poco más de una hora para defender su gestión y criticar la retórica antiinmigrante de Trump, que ha sido una de las principales banderas de la oposición republicana.
En un tono conciliador, el mandatario hizo un alegato a la unión sin demonizar la inmigración, destacando la diversidad como uno de los pilares de la identidad estadounidense. "Somos la única nación del mundo con un corazón y un alma que emana de lo viejo y de lo nuevo", afirmó Biden, refiriéndose a la rica mezcla de culturas y tradiciones que caracteriza a Estados Unidos.
Biden aprovechó la ocasión para abordar diversos temas de relevancia nacional e internacional. Desde la crisis en Ucrania hasta el conflicto en Medio Oriente, pasando por la economía y la política fiscal, el presidente delineó sus prioridades y desafíos.
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En cuanto a la crisis en Ucrania, Biden reiteró su compromiso con la defensa de la democracia y la soberanía ucraniana. "Si Estados Unidos da marcha atrás ahora, pondrá a Ucrania en riesgo. Pondrá a Europa en riesgo. Pondrá en riesgo al mundo libre", afirmó el mandatario.
En relación con el conflicto en Medio Oriente, Biden instó a un alto el fuego inmediato y temporal en Gaza, así como a la apertura de un puerto en la Franja para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
En el ámbito económico, Biden defendió su gestión al frente de la economía estadounidense, destacando los logros alcanzados en medio de la pandemia. "Heredé una economía que estaba al borde del abismo. Ahora nuestra economía es literalmente la envidia del mundo", afirmó el presidente, haciendo hincapié en la recuperación económica y la creación de empleo durante su mandato.
En materia de política fiscal, Biden propuso medidas para aumentar los impuestos a las grandes corporaciones y a los multimillonarios, con el objetivo de financiar programas sociales y reducir la desigualdad económica. Entre estas medidas se incluyen un impuesto mínimo del 21% para las empresas grandes y un impuesto mínimo del 25% para los multimillonarios, que según el presidente permitirían recaudar cientos de miles de millones de dólares en los próximos años.
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