Luego de varios atentados por parte de Hutíes, las principales navieras japonesas prefieren hacer el camino por el sur de África.
Por los ataques a barcos, Japón decidió evitar el Mar Rojo
Las principales navieras de Japón han tomado la decisión estratégica de alterar las rutas de sus buques en un intento por sortear los crecientes y preocupantes ataques perpetrados por los hutíes en el Mar Rojo. Este movimiento tiene como objetivo esquivar las hostilidades dirigidas a los barcos relacionados con Israel que navegan cerca de las costas, según reportó la cadena pública japonesa NHK.
Las compañías líderes en el sector marítimo nipón, Nippon Yusen (NYK Line), Mitsui O.S.K. y Kawasaki Kisen Kaisha (K Line), junto con la empresa transportista de contenedores Ocean Network Express, han comenzado a desviar las rutas de sus embarcaciones con destino y procedencia de Europa. Esta nueva estrategia implica evitar el Mar Rojo y optar por rodear el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, a pesar de que el camino más directo, el Canal de Suez, se vea afectado.
La determinación de cambiar estas rutas comerciales surge en el contexto del anuncio del Departamento de Defensa de Estados Unidos sobre el ataque sufrido por un buque cisterna de sustancias químicas de propiedad japonesa. Este ataque, aparentemente perpetrado por un dron procedente de Irán en el océano Índico, provocó un incendio sin dejar heridos entre los 21 tripulantes, compuestos por 20 indios y un vietnamita.
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El navío, que zarpó de Arabia Saudí con destino al puerto indio de Mangalore, fue objeto del ataque mientras navegaba y decidió redireccionarse hacia Mumbái para reparaciones y evaluación de los daños con la asistencia de la Guardia Costera de India. Los reportes sugieren posibles vínculos con Israel, lo que ha generado aún más tensiones en esta región estratégica.
Sin embargo, esta reorientación de las rutas comerciales no viene sin preocupaciones adicionales. Existe inquietud por posibles retrasos en los envíos de carga y el consiguiente aumento en los costos de transporte debido a estos cambios, lo que impactaría en el flujo normal del comercio internacional.
La creciente escalada de ataques que parten desde territorio yemení, que incluyen incluso secuestros de buques, representa una amenaza significativa para el comercio global que depende críticamente de la ruta del Mar Rojo y el Mar Arábigo.
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