La operación Lava Jato contra la corrupción habría llegado a su fin luego de seis años y por impulso del presidente brasilero.
Fin a la operación Lava Jato, después de 6 años Bolsonaro la cerró
La operación Lava Jato contra la corrupción habría llegado a su fin luego de seis años y por impulso del presidente brasilero, Jair Bolsonaro. Es que según publica Ámbito, el procurador general, Augusto Aras nominado en septiembre de 2019 para ese cargo fue el encargado de poner el punto final. De esta manera se extingue la fuerza de tareas que condenó a Lula da Silva y a otras 173 personas, entre ellas empresarios y políticos, y que modificó de raíz el sistema institucional de ese país.
"Es un orgullo, una satisfacción que tengo, decirle a esa prensa maravillosa que no pretendo terminar con la (operación) Lava Jato. Yo ya terminé con la Lava Jato porque no hay corrupción en mi Gobierno", habría señalado el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro en octubre del año pasado.
De acuerdo con la información hecha oficial ayer, esto es la extinción formal de la fuerza de tareas que puso patas para arriba el sistema político brasileño desde los tribunales de Curitiba -estado de Paraná, sur-, el hombre pasó de lo figurado a lo literal.
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En este el cierre también estuvo justificado por el procurador general, Augusto Aras, por el exceso de gastos que significaba el mantenimiento de fiscales especiales. Así el equipo especial de Paraná deja de existir y algunos de sus integrantes serán absorbidos por el Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), dependiente de la Procuración General de la República.
Punto final
El fin de la Lava Jato ("lavadero de autos"), iniciada en marzo de 2014, llega justo después de que Bolsonaro ampliara su base de sustentación en el Congreso con el apoyo del llamado centrão, el conglomerado de pequeños partidos conservadores que terminaron como aliados de todos los gobiernos.
En esa línea, Ámbito publica la postura de Creomar de Souza, analista político y fundador de Dharma Political Risk and Strategy, una consultora riesgo político con sede en Brasília, quien sostuvo: "El fin de la Lava Jato se explica por dos motivos principales. Por un lado, las fuerzas políticas y sociales que fueron su soporte hoy son más débiles que hace algunos años. Por el otro, nombres muy importantes de la misma, como (el exjuez y exministro de Justicia de Bolsonaro) Sergio Moro y (el fiscal) Deltan Dallagnol, han sufrido varios reveses desde que se descubrió que sus acciones no siempre siguieron las pautas éticas esperadas".
El especialista también explicó que el Lava Jato termina, pero no sus efectos. Lula da Silva pasó 510 días preso antes de que existiera sentencia firme en su contra y quedó fuera de la carrera electoral que terminó ganando Bolsonaro. Moro y otros son investigados ahora por parcialidad en la causa que le valió la primera condena, la que está pendiente de un recurso de nulidad.
Además, otros 173 personajes poderosos recibieron condenas, varios de ellos, pesos pesados del PT. También se recuperaron para el erario público 4.300 millones de reales -unos 800 millones de dólares- y gigantes de la construcción como Odebrecht, Andrade Gutiérrez y Camargo Correa sufrieron golpes terminales.
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