La presencia de soldados norcoreanos en Ucrania elevó las alarmas respecto a la posible colaboración del régimen de Kim Jong-un para proveer de misiles a Rusia.
Estados Unidos en alerta por el apoyo de Corea del Norte a Rusia
En el contexto de un escenario internacional cada vez más complejo, Estados Unidos y sus aliados han expresado su alarma ante las crecientes amenazas nucleares y de misiles provenientes de Corea del Norte, así como su cada vez más evidente apoyo militar a la guerra de Rusia en Ucrania. Kurt Campbell, subsecretario de Estado de Estados Unidos, afirmó el miércoles que, aunque no pueden confirmar aún las declaraciones de Ucrania sobre la presencia de soldados norcoreanos en el frente ruso, la preocupación por el suministro de armas desde Pyongyang es palpable.
En una conferencia de prensa posterior a las reuniones con funcionarios surcoreanos y japoneses, Campbell destacó la urgencia de reactivar una campaña internacional de presión contra Corea del Norte, la cual se ha visto debilitada en los últimos años debido a las divisiones en el Consejo de Seguridad de la ONU. Washington, Seúl y Tokio, junto a otros ocho gobiernos occidentales, anunciaron la creación de un equipo multinacional encargado de supervisar la aplicación de sanciones contra el régimen norcoreano.
Apoyo de Corea del Norte a Rusia
Las preocupaciones se centran en la posibilidad de que Corea del Norte esté proporcionando a Rusia material bélico, incluidos misiles y artillería, para apoyar su invasión en Ucrania, lo cual estaría generando mayor inestabilidad en Europa, según Campbell. Si bien los informes sobre el envío de personal militar norcoreano aún están en evaluación, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ya había señalado que Pyongyang está colaborando con Moscú en el conflicto, y los medios ucranianos reportaron la presencia de seis norcoreanos muertos en un ataque en Donetsk a principios de octubre.
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Este aparente refuerzo a las fuerzas rusas, sumado a las tensiones nucleares que Corea del Norte ha incrementado en la península coreana desde 2022, ha llevado a Washington, Seúl y Tokio a fortalecer sus maniobras militares conjuntas y sus estrategias de disuasión nuclear, apoyadas por activos estratégicos estadounidenses.
El problema de las sanciones contra Corea del Norte ha escalado desde que Rusia vetara una resolución de la ONU en marzo que habría continuado con la supervisión de las mismas por parte de expertos del organismo internacional. Este veto ha sido interpretado por las potencias occidentales como una maniobra para proteger las adquisiciones de armas por parte de Moscú de Pyongyang, en beneficio de la guerra en Ucrania.
En este contexto, las amenazas de Corea del Norte también han aumentado contra Corea del Sur.
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