Este fin de semana se eligieron alcaldes, gobernadores y concejales. La centro derecha ganó en muchas localidades.
Revés para el oficialismo en la elecciones de Chile: Boric perdió Santiago
Este fin de semana, la coalición de izquierda liderada por el presidente de Chile, Gabriel Boric, sufrió un revés en las elecciones municipales y regionales, donde el bloque de centroderecha Chile Vamos y los candidatos independientes lograron importantes avances.
De acuerdo con datos del Servicio Electoral (Servel) con el 84% de las mesas escrutadas, la derecha sumó 36 alcaldías, alcanzando un total de 121, mientras que la coalición oficialista Contigo Chile Mejor perdió 40 municipios, quedándose con 110 alcaldes.
En tercer lugar, los independientes no partidistas se aseguraron 104 alcaldías, en un escenario de diversidad política marcado por la caída del oficialismo.
Los comicios, en los que participaron más de 15,4 millones de chilenos, pusieron en juego 345 alcaldías, 16 gobernaciones, 2.256 concejalías y 302 consejerías regionales. Sin embargo, en la contienda por las gobernaciones, la mayoría de las provincias aún no definió sus autoridades: 11 de las 16 provincias deberán celebrar una segunda vuelta el 24 de noviembre.
A pesar de todo, el oficialismo retuvo localidades clave como Maipú. Allí, Tomás Vodanovic, representante del Frente Amplio, fue reelecto con un contundente 70% de los votos, marcando la mayor votación registrada en todo el país.
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Por otro lado, el oficialismo sufrió una dura derrota en Santiago, donde la comunista Irací Hassler no logró retener la comuna frente a Mario Desbordes, candidato de la derecha tradicional. No obstante, en la elección de gobernador para la región metropolitana de Santiago, el candidato oficialista Claudio Orrego se impuso con un 38,7% de los votos, superando al derechista Francisco Orrego, quien alcanzó el 27,8%.
Elecciones marcadas por denuncias de corrupción y abuso sexual
El proceso electoral en Chile se desarrolló en medio de una crisis política desencadenada por denuncias de abuso de poder, corrupción y tráfico de influencias que han impactado tanto en el oficialismo como en la derecha. Uno de los escándalos más resonantes es el caso "Hermosilla," que destapó una red de tráfico de influencias vinculada al abogado Luis Hermosilla, conocido en las élites chilenas y con estrechos nexos en la derecha tradicional. Sin embargo, la denuncia también salpicó al gobierno de Boric, involucrando a Manuel Monsalve, uno de los principales responsables de seguridad en el gabinete oficialista.
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