Los seguidores de Donald Trump ingresaron al Capitolio porque consideran, como dijo el actual presidente, que la elección fue fraudulenta. Ante esta situación, el Congreso posterga la certificación de Biden.
El Congreso suspende la certificación de Biden como presidente
Las autoridades del Congreso de Estados Unidos cerraron este miércoles el edificio y suspendieron la sesión de ambas cámaras en las que se debía certificar la victoria presidencial de Joe Biden, luego de que miles de simpatizantes del mandatario saliente Donald Trump rompieran el cerco de seguridad, tomaran las escalinatas y la entrada del Capitolio y hasta ingresaran a los recintos de las dos cámaras.
Poco antes, la alcaldesa demócrata de la ciudad de Washington, Muriel Elizabeth Bowser, había decretado un toque de queda para la capital a partir de las 18 de hoy (las 20 en la Argentina) en un intento por forzar la dispersar las protestas antes de que caiga la noche.
Más tarde, el gobernador de Virginia, el demócrata Ralph Northam, ordenó el envío de la Guardia Nacional y 200 tropas estatales a la vecina Washington DC, mientras que el vocero del Pentágono, Jonathan Hoffman, informó que toda la Guardia Nacional de la capital fue movilizada a las calles para reforzar a las fuerzas federales que siguen llegando al Congreso, algunos con equipos antidisturbios.
Mientras crecen los rumores sobre una mujer que habría sido herida por un disparo en la zona del Congreso, la cadena CNN mostró una imagen del interior del recinto de la Cámara de Representantes con una ventana rota y un grupo de fuerzas de seguridad del Capitolio apuntando sus armas a un presunto manifestantes que logró ingresar al edificio del Congreso.
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También mostró una imagen del interior del recinto del Senado, en el que se ve a un manifestante sentado en el lugar del titular de la cámara, el mismo asiento que hasta hacía unos minutos había ocupado el vicepresidente, Mike Pence, quien según medios de comunicación fue evacuado del edificio como el resto de los legisladores.
Las imágenes de manifestantes, algunos incluso disfrazados, caminando libremente por los pasillos del Capitolio, sentados con los pies sobre el escritorio en las oficinas de los legisladores más poderosos del país, rompiendo ventanas y hasta corriendo a policías que quedaron solos ante la multitud se repetían una y otra vez en los medios estadounidense.
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La irrupción de los manifestantes sucedió mientras un grupo de legisladores republicanos aliados de Trump intentaban obstaculizar la certificación tradicional del voto del Colegio Electoral, que eligió al opositor Biden como el próximo presidente.
Trump, sin embargo, sigue sin reconocer su derrota y alentó las protestas en contra de la certificación del triunfo demócrata.
Las protestas, que incluyen grupos armados ultranacionalistas y supremacistas, fueron creciendo a lo largo del día y acercándose al Capitolio, hasta que luego de varios forcejeos con la Policía, lograron romper el cerco de seguridad y tomar por completo las escalinatas y la entrada de la sede del Poder Legislativo.
Recién cuando la situación se descontroló, Trump pidió evitar "la violencia", pero no llamó a los manifestantes a retirarse como le están exigiendo dirigentes de ambos partidos.