Descendientes de quienes habitaban los territorios antes de la colonización, destruyeron los monumentos de las reinas Isabel II y Victoria tras el hallazgo de más de 1.000 cadáveres de niños indígenas.
Derribaron estatuas de la reinas Isabel II tras hallazgo de restos indígenas
Canadá conmemoró este jueves su fiesta nacional, que marca la fecha oficial de fundación del país el 1 de julio de 1867, con menos celebraciones de lo habitual y un espíritu más sombrío tras el descubrimiento en las últimas semanas de más de 1.000 cadáveres de niños indígenas sin identificar en terrenos de antiguos internados gubernamentales.
Ese hallazgo desató la furia de cientos de manifestantes, que destruyeron las estatuas de la reina Isabel II y la reina Victoria.
La reina Isabel II sigue siendo monarca de Canadá a pesar de que el país se convirtió en un estado independiente en 1867. Mientras se manifestaban, las personas afirmaban que Isabel y Victoria "son los rostros del colonialismo", a los que culparon de esas muertes.
Las estatuas fueron derribadas, profanadas y dañadas por una turba violenta. Sin policías a la vista en ese momento, los manifestantes ataron cuerdas al cuello de las estatuas y las rasgaron al suelo con cánticos de "no al genocidio" y "derríbala".
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Desde que a finales de mayo los tk'emlúps te secwépemc, un grupo indígena del oeste de Canadá, revelaron el hallazgo de los restos de al menos 215 niños indígenas enterrados en la antigua residencia escolar de Kamloops, un creciente número de voces había solicitado la cancelación de las celebraciones del Día de Canadá.
El anuncio de otros dos grupos indígenas del descubrimiento de más tumbas no identificadas en otras tantas residencias escolares, instituciones gubernamentales gestionados por órdenes religiosas en los que los niños aborígenes eran internados a la fuerza, ha hecho que muchos más se cuestionen la validez de conmemorar la fundación de Canadá.
"No tengo ganas de celebrar el Día de Canadá con todo lo que está apareciendo y los eventos horrorosos que nuestra gente ha padecido", declaró a la agencia de noticias EFE Heather Bear, una de las líderes indígenas de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN), que agrupa a los 74 grupos indígenas de la provincia de Saskatchewan, en el oeste de Canadá.
A principios de junio, los cowessess de Saskatchewan revelaron el hallazgo de 751 tumbas sin identificar en los terrenos de la antigua residencia escolar de Marievel, un internado situado a unos 2.500 kilómetros al noroeste de Toronto y que operó entre 1899 y 1996.
Día de duelo
"Pienso en esos niños que tenían nombre y en sus familias que los querían. Creo que lo más apropiado sería que el Día de Canadá fuera un día para orar, un día de duelo", añadió la líder indígena, que reconoce que, a pesar de todo, para muchos canadienses el 1 de julio sigue siendo un día de fiestas.
Uno de ellos es el líder del Partido Conservador de Canadá, el principal partido de la oposición, Erin O'Toole, quien considera que los esfuerzos de indígenas y no indígenas para cancelar las celebraciones es un intento de "activistas" de "atacar" el país.
"Me preocupa que las injusticias de nuestro pasado, o de nuestro presente, a menudo son aprovechadas por un pequeño grupo de activistas que las utilizan para atacar la misma idea de Canadá", declaró O'Toole hace unos días durante una rueda de prensa.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tampoco se mostró partidario de cancelar la celebraciones, pero ordenó que la bandera que ondea sobre el Parlamento canadiense en Ottawa se mantenga el 1 de julio a media asta en recuerdo de los niños indígenas.
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