Se trata de un piloto de 36 años que llevaba suministros a una mina de oro ilegal. Los detalles de una odisea de supervivencia digna de un libro de aventuras.
Se perdió 38 días en la selva amazónica y fue rescatado vivo
Un piloto brasileño de 36 años que estuvo perdido en el Amazonas durante casi un mes y medio, desde el 28 de enero, hasta que logró ser rescatado vivo por una patrulla que lo encontró tras largas semanas de búsqueda gracias al aviso de una familia.
Antonio Sena estaba llevando suministros a una mina de oro ilegal cuando el único motor de su avioneta Cessna 210 falló de repente, obligándolo a realizar un aterrizaje forzoso en medio de un valle que milagrosamente apareció en medio de la espesa selva brasilera. Antes del accidente logró enviar una señal de socorro que fue fundamental para su búsqueda.
El hombre estuvo perdido 38 días y perdió 26 kilos. Sena adjudica su supervivencia a un curso que hizo tiempo atrás para sobrevivir en la selva en caso de accidente. Entre otros puntos claves, dormía lejos de los arroyos para evitar emboscadas de animales salvajes, o que caminaba haciendo ruido para no sorprenderlos, asustarlos y motivar ataques de los habituales depredadores de la zona: jaguares, anacondas o cocodrilos, entre otros.
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Los equipos militares de rescate ya habían abandonado la búsqueda y declarado a Sena perdido, cuando fueron alertados por una familia de recolectores de castañas.
El afortunado sujeto permaneció al principio cerca de los restos de su avioneta, tal como mandan los manuales de rescate. No obstante después de una semana y medio dejó de sentir el vuelo de los helicópteros que lo buscaban y comenzó a buscar algunas pistas de aterrizaje que estaban en la zona.
"Miraba a los monos, lo que comían ellos lo comía yo. También comí huevos de ñandú y una vez encontré cacao", detalló Sena, que además confesó que nunca dejó de tener hambre.
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La odisea llegó a su fin cuando una tarde sintió una motosierra, siguió el ruido y se encontró con una familia que lleva 50 años en la recolección de castañas. Este trabajo, a diferencia de las minas de oro, es legal y sostenible.
El clan, encabezado por doña María Jorge, alimentó a Sena y pidieron auxilio por radio, para concretar el rescate.
El accidente, no obstante, desnuda una problemática latente en Brasil: la explotación ilegal de minas de oro en la selva amazónica, que concluyen en la deforestación de la selva e implican un mercado ilegal que trafica entre 20 y 30 toneladas de oro por año.
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Fuente: Diario El País de España