Varios operativos se realizaron bajo esa consigna hasta que el Supremo Tribunal ordenó regularizar el transito.
La Policía bloqueó rutas para evitar que votantes de Lula emitan el sufragio
Los centros de votación cerraron este domingo en Brasil, donde unos 150 millones de personas estaban convocadas a elegir entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula da Silva en un balotaje histórico, marcado por el escándalo generado por operativos en las rutas que demoraron a votantes del líder opositor.
Esta segunda vuelta corona una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, que incluyó ataques en los que murieron varios seguidores de Lula a manos de partidarios de Bolsonaro.
La Policía Caminera de Brasil protagonizó este domingo un escándalo en las cruciales elecciones de segunda vuelta al bloquear caminos desobedeciendo a la corte suprema, al instalar más de 540 operativos en las rutas para retener vehículos de electores del opositor Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo Partido de los Trabajadores pidió la detención del jefe de la institución, Silvinei Vasques.
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Vasques, que publicó en Instagram un mensaje en apoyo a la reelección del presidente Jair Bolsonaro, fue convocado de urgencia al Tribunal Superior Electoral, cuyo titular, Alexandre de Moraes, ordenó el cese de las operaciones entre las 15.30 y las 17, es decir hasta el fin de la votación.
Moraes, considerado parcial por el presidente Bolsonaro desde 2021 cuando comenzó a denunciar la falta de transparencia de las urnas electrónicas, sostuvo que el informe del jefe policial indica que las operaciones fueron por cuestiones de "tránsito" y que se investigará una por una las acciones.
"Fue determinado que todas las operaciones cesarán inclusive para que los electores no lleguen tarde al plazo de votación", aseguro Moraes tras reunirse con la jefatura policial, aunque aclaró que los vehículos no volvieron al lugar de origen sino que los votantes han sufrido apenas un "atraso".
Moraes avaló la versión del gobierno de Bolsonaro de que los operativos no fueron realizados con trasfondo político pese a que se multiplicaron las denuncias de electores que viajaban y fueron parados sin motivo aparente.
Políticos del PT de Bahía denunciaron que diputados y senadores fueron parados porque llevaban adhesivos con la cara de Lula.
Los bloqueos fueron 70% más que en la primera vuelta electoral, dice un informe de la corte.
Moraes aseguró que ningún ómnibus detenido en la ruta volvió a su lugar de origen.
La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, anunció que solicitó la detención del comandante de la Policía Caminera Federal y le pidió a los diputados de la coalición de Lula que den la orden de prisión, algo a lo que tienen derecho cuando se trata de casos de flagrancia, contra los policías que están deteniendo a votantes opositores.
"Pido a los legisladores de nuestra coalición que se dirijan a los lugares de las operaciones en sus estados y den la orden de detención a los policías", dijo Hoffmann por las redes sociales.