Un festejo distinto con distanciamiento social, reuniones virtuales y confinamientos en numerosas ciudades.
Así celebró el mundo la Navidad en contexto de pandemia
El mundo celebró una Navidad distinta, en un año atípico marcado por las restricciones impuestas en numerosos países para luchar contra la propagación del coronavirus.
El papa Francisco celebró su tradicional misa de Nochebuena con apenas 200 invitados, rigurosamente separados y con mascarilla, en la inmensa basílica de San Pedro.
"El tiempo que tenemos no es para autocompadecernos, sino para consolar las lágrimas de los que sufren", declaró Francisco en la homilía dirigida a más de 1.300 millones de fieles en todo el mundo.
Afuera, la monumental Plaza de San Pedro, iluminada con su gran árbol de Navidad, estaba totalmente desierta. En la capilla aledaña a la basílica, en general atestada de gente en Nochebuena, las autoridades religiosas solo permitieron el acceso de unos cuantos invitados.
Ver: Con Fabiola y guitarra, el Presidente visitó un hogar de niños
Los dolorosos números
El coronavirus mató a más de 1,7 millones de personas en todo el mundo y los focos de contagios siguen surgiendo pese a la llegada de las primeras vacunas, la vida no volverá tan rápido a la normalidad.
En Estados Unidos, donde el covid-19 sigue causando estragos con casi 3.300 muertos y 223.000 casos confirmados en 24 horas, la víspera de Navidad también está marcada por la pandemia.
En este contexto, Australia, que este año fue citada varias veces como ejemplo de buena gestión sanitaria, se enfrenta actualmente a un repunte de casos en el norte de Sídney, cuyos habitantes solo podrán invitar a sus a casas a diez adultos, o cinco si viven en "el epicentro" del foco de contagios.
La mayor parte de Europa también se enfrenta a uno de los inviernos más tristes, con un resurgimiento epidémico en varios países.
En Reino Unido, cientos de camioneros pasaron la Nochebuena bloqueados cerca del puerto de Dover, en el sur de Inglaterra, sin saber cuándo podrán pasar, obligados a presentar una prueba negativa de covid-19 para ingresar al continente.
Por otra parte, y ante el repunte de la pandemia en Brasil, el alcalde de Río de Janeiro prohibirá la noche del 31 de diciembre el acceso al barrio de la famosa playa de Copacabana, para evitar las aglomeraciones en la última noche del año.
Habitualmente, millones de personas se dan cita en esta playa para admirar los fuegos artificiales de la tradicional fiesta de fin de año, cuya cancelación se anunció en julio.
Por ahora, Sídney aún prevé recibir a 2021 con su famoso espectáculo de fuegos artificiales. La primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, prometió que el show de siete minutos tendrá lugar "pase lo que pase".
Ver: Navidad caliente y tormentosa en Mendoza