Soluciones sencillas, económicas, caseras y 100% ecológicas para decirle adiós al "olor a tubería".
Trucos para deshacerte del mal olor que emana de la pileta del baño y cocina
¿El lavatorio / pileta / bacha de tu baño o cocina desprende olores desagradables?
Es muy común que esto ocurra en verano o luego de la lluvia, y por más que limpiemos todo, el olor sigue saliendo de adentro y a veces inunda toda la casa.
La que suele producir este olor es la cañería o tubo doblemente acodado en el que el agua retenida impide la salida de los gases de las cañerías al exterior. Puede ser por la la acumulación de residuos de comida, bebidas, pasta dental, enjuagues, jabones, etc. que suelen adherirse a las paredes de las cañerías generando olores muy feos, que eso va fermentando, sobre todo si estás algunas horas sin dejar que corra el agua.
Ver además: Llevas toda tu vida limpiando mal el piso de tu casa: ¿cómo hacerlo bien?
Te mostramos a continuación 4 fórmulas caseras para quitar ese mal olor:
1. Vinagre y sal de fruta (Uvasal)
Una de las mejores soluciones caseras para eliminar el mal olor es echar un frasco entero de sal de fruta, más un litro de agua caliente y medio litro de vinagre blanco de limpieza. Luego y de forma inmediata, tapar el desagüe durante 30 minutos.
Cuando haya transcurrido el tiempo, echa abundante agua caliente para terminar de limpiar todo. El vinagre reaccionará con la sal de frutas formando un gas que presionará los posibles tapones y bolsas de malos olores. Además, servirá para limpiar las paredes del sifón de todos los restos de jabón y grasas que se vierten a diario sobre ella.
2. Vinagre y bicarbonato de sodio
Echa a la pileta una taza de bicarbonato de sodio más dos tazas de vinagre de limpieza. Seguidamente habrá una reacción espumosa que debes tapar con el tapón. Deja que la mezcla repose de 10 a 15 minutos y, luego, tirá abundante agua caliente para limpiar los conductos.
Cuanto más caliente esté el agua, la suciedad se desprenderá con mayor facilidad.
3. Amoníaco
El amoníaco líquido es ideal para acabar con la suciedad y los malos olores de las cañerías. Y, aunque su mayor poder es desengrasar, tiene increíbles propiedades para acabar con los restos de detergentes y productos que se adhieren a las paredes de las cañerías.
Por ejemplo, en el caso de que el desagüe de la ducha no trague el agua o lo haga muy lentamente, retira la tapa con un destornillador, extrae todos los pelos y objetos que lo bloqueen y echa dos o tres tapones de amoníaco líquido y deja que el producto repose durante 5 minutos.
4. Sal gruesa y jugo de limón
Otro de los remedios más populares para arrastrar los residuos y eliminar los malos olores de los sifones y las tuberías es echar media taza de sal gruesa con una taza de jugo de limón. Espera entre 15 y 20 minutos a que ambos productos reacciones contra la suciedad.
Como paso final, echa un litro de agua hirviendo por el desagüe para que arrastre los restos y listo, recomienda Hogarmanía.
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