No es fácil limpiarla: sin embargo, aplicando las técnicas apropiadas vas a poder mantenerla en buenas condiciones.
Trucos de limpieza para que la mampara del baño te quede impecable
No es una de las tareas domésticas más agradables, pero siguiendo estos trucos vas a conseguir que la mampara de tu baño quede impecable.
Es probable que notes que se ensucian demasiado: esto se debe a que están sometidas a condiciones que dificultan su limpieza. El uso diario, los restos de jabón y la cal del agua dejan rastros de mancha y suciedad. Además, por ser una estructura que está en permanente contacto con el agua, se corre el riesgo de que aparezca moho.
Sin embargo, aplicando las técnicas apropiadas vas a poder mantenerla en buenas condiciones. Un artículo del sitio Hola! enumera los mejores trucos para conseguir una mampara impecable, ¡te los compartimos!
Con utensilios adecuados
La limpieza de la mampara no requiere de ninguna herramienta especial, más allá de una rasqueta de goma de las que se emplean para los cristales. Se trata de un utensilio que resulta práctico en el mantenimiento diario, para evitar que el agua permanezca sobre el cristal y provoque las consabidas marcas.
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Por lo demás, necesitarás trapos de microfibra y de algodón para secar y abrillantar. Un aspecto importante que a veces se olvida es evitar el uso de estropajos abrasivos que puedan rallar el cristal.
Los productos que funcionan
Existen en el mercado un amplio repertorio de productos de limpieza con propiedades antical que prometen acabar con las manchas de tu mampara sin apenas esfuerzo. La realidad es que, aunque sí eliminan la suciedad, la cosa no es tan fácil como muestran los anuncios de televisión. Es necesario aplicarse a fondo para lograr un resultado aceptable. Además, casi todos llevan componentes químicos muy agresivos.
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Una opción más sostenible para el ecosistema es fabricar tu propio producto antical: conseguirás los mismos resultados (o mejores) y resultará mucho más económico. Solo tenés que mezclar en partes iguales en una botella con pulverizador agua, vinagre (ácido acético) y alcohol. Se utiliza sin aclarado.
¿Manchas que se resisten?
Aunque ser constante en la limpieza y utilizar el producto adecuado (como el recomendado en el paso anterior, de fabricación casera) nos ayuda a tener una mampara en perfecto estado de revista, en ocasiones aparecen manchas difíciles.
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Las de cal son un ejemplo, capaces de resistir la higiene más extrema. Para eso necesitamos soluciones alternativas. Una de ellas es mezclar bicarbonato con vinagre y aplicar la pasta resultante sobre las manchas. Deja actuar unos 20 minutos y después secar. Las manchas habrán desaparecido.
Dos veces a la semana
Esta es la frecuencia ideal de limpieza que necesita tu mampara. Una vez esté perfectamente impecable, lo mejor es evitar que se vuelva a ensuciar demasiado, y repasarla dos veces a la semana consigue que la suciedad y las manchas de cal se mantengan en límites aceptables, facilitando así la tarea.
¿Un truco que ayuda? Cada día después de la ducha pasa la rasqueta de goma para eliminar las gotas de agua y los restos de jabón.
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Acostúmbrate a dejar la ventana del baño abierta durante unos minutos después de ducharte (o la puerta, si no tenés ventana) para que no se acumule la humedad.
Tratamientos que ayudan
La mayoría de las mamparas de baño que se comercializan actualmente llevan incorporado un tratamiento especial que logra que se ensucien menos. Se trata de un acabado repelente al agua que hace que las gotas resbalen y no dejen marcas en el cristal. De esta forma tampoco se acumulan los restos de cal en la superficie, o al menos se reduce este desagradable efecto.
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Para que funcionen de forma efectiva es importante que estos tratamientos sean de calidad.
La estructura de perfiles
Aunque los cristales es siempre lo que más nos preocupa, también es necesario dedicar un tiempo y un trabajo a mantener limpios los perfiles, tanto el superior, si lo tiene, como los inferiores. También los carriles por los que se deslizan las puertas, en caso de ser correderas, deben repasarse con cierta frecuencia, ya que en ellos se acumula bastante suciedad.
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Una buena idea es utilizar la vaporeta para limpiar la estructura de la mampara, sin necesidad de productos químicos y casi sin esfuerzo. Si tenés, podés emplear una brocha o un cepillo de dientes viejo para llegar a los rincones más inaccesibles.
Asegurate de que los orificios que tienen los perfiles inferiores (para que no se acumule el agua) no quedan obstruidos.
Las mamparas acrílicas
No todas las mamparas están fabricadas en vidrio templado. También hay mamparas acrílicas, realizadas a partir de plásticos específicos. Estas últimas disimulan mejor las manchas, pero también requieren un mantenimiento constante. Repasalas cada vez que limpies el baño con una mezcla de agua y amoniaco, aclarando y secando después la superficie.