En la cocina, nada se pierde. Todo se transforma. Con el pan sobrante hay varias recetas, pero éste es un simple truco para aprovecharlo.
Tostaditas saborizadas con el pan de ayer
Nada se pierde. Todo se transforma. En la cocina siempre hay un poco de eso. Si algo quedó hoy se recupera mañana y éste truquito nos permite eso y lograr unas tostaditas saborizadas riquísimas, como esas que llegan en la panera del restaurante.
Entonces, si te sobró pan y no está tan duro, tenés la posibilidad de prepararlas para acompañar quesos untables o blandos o cualquier otro fiambre, salda o incluso incorporarlas a una picadita.
El proceso es más que sencillo. En primer lugar cortás el pan en rodajas, de un centímetro de espesor.
Luego las ponés en una fuente para horno y las condimentás con perejil deshidratado, orégano, provenzal o ají. La cantidad que le eches depende de qué tanto quieras sentir los sabores.
Sobre las especias rocías con aceite, en casa siempre lo hacemos con oliva, porque el sabor es mucho más rico e intenso. De ahí van al horno, hasta que notés que están bien secas.
Las dejás enfriar y a comerlas. Si sobran se pueden guardar preferentemente en recipiente hermético o bolsa con cierre fácil para evitar que se endurezcan por demás.