Todos hablan de "respirar bien", pero ¿qué beneficios trae realmente?

Existen numerosas fuentes que abordan cómo respirar o bien controlar la respiración. Esto es respirar por la nariz consiente y tranquilamente, y expulsar por la boca. Pero por nada del mundo, respirar por la boca.

Pero estas recomendaciones e indicaciones, ¿están apoyadas en evidencias o es una moda más?  ¿Podemos cambiar nuestra respiración para mejorar nuestra salud?

El biólogo y divulgador científico Santiago Campillo asegura en Xataka que, tal y como recogen desde el Laboratorio de Fisiología Respiratoria Experimental, Teórica y Aplicada de la Facultad de Medicina de Grenoble, allí no se habla de los orificios por donde entra y sale el aire, algo muy repetido en todos los discursos -respirar por la nariz, y no por la boca-. 

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"Hasta donde sabemos, en el mundo de la medicina se afirma que respirar por la nariz permite calentar el aire antes de llegar a los pulmones, facilita que se humedezca y ayuda a filtrar las partículas. También ayuda a oler, por supuesto, y, bien realizado, afirman, ayuda a la respiración con el diafragma y a la correcta colocación de la lengua", describe Campillo.

Además, defensores del control de la respiración por la nariz le apuntan al monóxido nitroso, o NO, como claro ejemplo de los beneficios que tienen sus técnicas. Ya que se sabe que este gas se produce en la cavidad nasal. También sabemos desde hace años que una pequeña proporción se absorbe. Lo más interesante es que esta molécula ha demostrado tener efectos beneficiosos, como actuar de vasodilatador con capacidad de relajar las capas musculares del endotelio

Sin embargo, no existe ningún consenso científico que demuestre que el NO producido por la nariz tenga una relación beneficiosa significativa con nuestro cuerpo. 

"En todo caso, es muy poquito y el resto del cuerpo lo produce cuando lo necesita. Es más, existen diversos metaanálisis que han demostrado que inhalar NO externo no produce ningún tipo de beneficio significativo", afirma Campillo. 

La razón positiva para respirar por la nariz en vez de por la boca, es que ayuda a nuestro cerebro. En concreto, a la memoria. Existen evidencias de que respirar por la nariz, y su asociación a los olores, ofrece beneficios a nivel neurofisiológico y neurológico y ayuda a estimular adecuadamente las neuronas del hipocampo y el córtex prefrontal, tal y como demostraron estos investigadores del Departamento de Anatomía y Neurobiología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee.

En este otro estudio de la Universidad de Corea, se lanza la hipótesis de un posible mecanismo al respecto, relacionado con la saturación de oxígeno como interruptor para diversas funciones cognitivas. 

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Además del oxígeno, los olores son potentes disparadores de la actividad cerebral. Es uno de los sentidos más desarrollados en primates y está directamente relacionado con los procesos de aprendizaje, por lo que su relación con la plasticidad neuronal parece lógica y concuerda con los estudios que lo avalan.

"En conclusión: respirar por la nariz es bueno, pero no la panacea", sentencia Campillo.