Estos consejos tenes que tener en cuenta a la hora de congelar cebollas en casa y para descongelarlas de forma correcta ahorrando tiempo a la hora de cocinar.
¿Cómo congelar la cebolla?
El precio de la verdura está por las nubes y muchos optaron por congelarlas en el frizer para hacer que duren más y mantengas todas sus vitaminas y sin que se vuelvan tóxicas. En el caso de la cebolla, una vez cortada, no se debe guardar en heladera, por eso, lo más conveniente es congelarla en pedacitos.
La cebolla, además de agregar un exquisito sabor a cualquier plato, es rica en minerales y oligoelementos (calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo); y también en vitaminas (A, B, C y E).
Lo primero que debés hacer es se sacarle la piel y las partes feas de los tallos verdes si se trata de cebolletas o cebollas tiernas. Luego debés cortarla en pequeños trozos ya sean en pluma o en aros para que sea más resistente.
Un dato a tener en cuenta es que al cortarlas en trozos pequeños saldrá mucha agua, es por eso que te recomendamos secarlas un poco antes de congelarlas. Para ello las dejamos unos 5 minutos sobre un colador.
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El descongelado es muy fácil sólo debe sacarlas del frizzer un par de minutos antes de usarlas y, si acaso, dar unos golpecitos a la bolsa para que se separen los trozos que estén pegados entre sí. Si alguno no se despega, acabará por hacerlo al cocinarse.
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