Debido a diversas responsabilidades o situaciones cotidianas es posible que hayamos abandonado las actividades deportivas.
¿Te cuesta arrancar? Consejos para retomar la actividad física
Es común que de un día para otro dejemos de lado el tiempo que antes le dedicábamos a la actividad física, ya sea por problemas personales, exceso de trabajo o diversas responsabilidades.
Si bien abandonar el deporte suele ser tarea sencilla, lo difícil está en volver a respetar ese hábito saludable y reiniciar nuestra vida deportiva. En este sentido, algunos especialistas recomiendan una serie de pasos que nos pueden ayudar a reactivar la actividad física de manera saludable y segura.
Recomendaciones para retomar la actividad física
- Antes de empezar, es recomendable corroborar que nuestro estado de salud se encuentre bien. Esto es primordial sobre todo en mayores de 40 años. En este sentido, un chequeo general puede venirnos bien.
- Luego de comprobar que nuestro estado de salud está bien, se recomienda reiniciar de forma paulatina y programada, idealmente bajo la guía de algún profesor. Nunca empezar de manera brusca ejercicios de alta intensidad ya que puede traer lesiones y malos resultados.
- Es fundamental respetar los ejercicios de precalentamiento como así también, las elongaciones de diferentes grupos musculares. Esto es muy importante tanto para antes de empezar como para después de hacer deporte.
- Subir la exigencia de a poco y realizar rutinas adecuadas a nuestra edad y capacidad física.
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- En caso de ser muy sedentario, lo recomendable es empezar con actividades físicas suaves, como caminatas, bicicleta, baile, clases de aeróbica, yoga o pilates.
- Una vez que hayamos agarrado un buen ritmo y respetemos nuestras rutinas de entrenamiento será posible incorporar ejercicios de mayor demanda como trote, spinning o actividades con más exigencia técnica.
¿Cuándo debo interrumpir mi entrenamiento?
Si presentamos algunos síntomas que llaman nuestra atención, es importante suspender nuestra actividad física y consultar de inmediato a un profesional de la salud.
En esta dirección, es importante estar atentos a dolores musculares o esqueléticos que se extiendan durante mucho tiempo, como así también, a la sensación de fatiga, mareo o signos cardiovasculares, como falta de aire, dolor en el pecho o desmayo.
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