Más allá de que está compuesto de ingredientes saludables, habría algunos aspectos que hay que reconsiderar. En la nota te contamos todos los detalles.
¡Atención! El sushi podría no ser tan saludable como se cree
Desde hace un tiempo el furor por el sushi ha calado hondo en la Argentina y, esta comida de origen japonés, es cada vez más común y va ganando espacio. En la actualidad se ha convertido en la elegida de juntadas con amigos, familiares y es la predilecta para una velada romántica.
El furor puede tener que ver con la mezcla de sabores en los que se conjugan numerosos ingredientes saludables como: el arroz, las algas y el pescado. Pero, lamentablemente, hay que reconsiderar que tan saludable puede ser el sushi.
Si bien el pescado, las algas y las verduras tienen nutrientes que benefician nuestra salud, tampoco se encuentran en gran cantidad dentro de las piezas de sushi. En realidad, lo que destaca en este tipo de bocados es el arroz blanco perlado, una preparación hecha con azúcar que le quita la mayor cantidad de fibra, vitaminas y minerales.
Pero, además de este procedimiento, el sushi suele ser acompañado con salsa de soja, rica en sal ya que una cuchara sopera puede contener entre 1.365 y 2.535 miligramos de este condimento.
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Esa cantidad supone entre un 27,3 y un 50,7% de la cantidad máxima diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que son 5 gramos.
Sumado a ello, algunos tipos de sushi se preparan con salsas que presentan un alto contenido en grasas, como las mayonesas picantes. Otros, se rebozan con masas de tempura que se fríen, por lo que su valor calórico es considerable.
También hay que tener en cuenta que el pescado y los mariscos crudos pueden ser susceptibles de albergar parásitos, bacterias y metales pesados. La enfermedad más común asociada al consumo de sushi es la anisakiasis, una afección que se desencadena cuando ingerimos larvas vivas de anisakis. Se trata de un parásito que puede provocar alteraciones digestivas y reacciones alérgicas, en ocasiones, graves.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la mejor manera de prevenirla es congelando el pescado durante 5 días a -20 ºC. Si el frigorífico no alcanza esa temperatura, se debe comprar pescado ya congelado.
Fuente: Meganoticias
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