Ante esta situación el organismo está propenso a diversas infecciones o enfermedades.
Esto pasa cuando el sistema inmune está deprimido
Comúnmente se sabe que cuando un sistema inmune está debilitado o deprimido provoca que la persona se encuentre más propensa ante determinadas infecciones o enfermedades. Algunas de las causas de este debilitamiento pueden estar generadas por enfermedades; como por ejemplo cáncer, diabetes, desnutrición o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Específicamente, desde el Instituto Nacional del Cáncer, indican que cuando esto sucede la persona inmunodeprimida está expuesta a adquirir distintas enfermedades (del aparato respiratorio o patologías intestinales (EII) o infecciones urinarias, como la candidiasis vaginal, entre otras) ya que tiene considerablemente reducida su capacidad para hacer frente a diferentes infecciones y enfermedades.
¿Pero qué provoca que tu sistema inmune este deprimido?
Hay diversos factores que pueden desencadenar esta situación, entre ellos se encuentran una alimentación inadecuada, deficiencia de nutrientes o administración de antibióticos. Pero, además, las condiciones ambientales también influyen en la actividad del sistema inmune.
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Qué hacer si el sistema inmune se encuentra ‘deprimido'
Para tener una mejor acción inmunitaria ante infecciones o enfermedades es recomendable prestar especial atención a los hábitos más recomendables como estar en contacto con los rayos del sol de forma diaria siempre que sea posible. Esta actividad ayuda a aumentar los niveles de vitamina D, un nutriente esencial para la salud en general y el funcionamiento del sistema inmune en particular.
También los especialistas apuntan a la importancia de la realización de ejercicio físico con regularidad. Sumado a ello se encuentra el descanso que es esencial para estimular las defensas y mejorar la acción inmunitaria. Al respecto, los expertos señalan que la pérdida de sueño está vinculada con trastornos hormonales y metabólicos.
Evitar el estrés y los periodos de ansiedad también favorecerá que el sistema inmune no se encuentre deprimido y que presente una mejor acción frente a cualquier amenaza externa.
Además de todos estos hábitos, la alimentación supone un factor diferencial para evitar el debilitamiento del sistema inmune. Y es que el sistema inmunitario requiere de una serie de vitaminas y minerales esenciales para una correcta defensa del organismo.
En concreto, algunas de las vitaminas más importantes para la salud son la vitamina C, vitamina A, vitamina D, vitamina E o vitaminas del grupo B; así como minerales como el hierro, zinc o potasio.