El "síndrome del impostor" es más común de lo que crees. Descubre por qué sientes que no estás a la altura de tus éxitos y cómo superarlo.
¿Sientes que no mereces tu éxito? descubre el Síndrome del Impostor
Aunque hayas alcanzado logros y recibido reconocimientos, es común sentir que todo se debe a la suerte y temer ser descubierto como un impostor. Como lo manifiesta el sito BBC, no estás solo, ya que el "síndrome del impostor" afecta a la mayoría de las personas en algún momento. En este artículo, abordaremos este fenómeno, sus causas y cómo puede afectar tu carrera profesional.
Según Aida Baida Gil, coach profesional certificada y autora del libro "Cómo superar el síndrome del impostor". El síndrome del impostor es una experiencia común en la que las personas siente no estar nunca a la altura; o no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude. Esta sensación puede afectar a profesionales en campos altamente competitivos.
Dos niveles de impostores:
1. Donde a medida que adquieres experiencia, es posible que el nivel de inseguridad disminuya.
2. En casos más graves, donde esta sensación persiste y puede empeorar con el tiempo.
Recuerda que el éxito no siempre se debe a la suerte, sino también a tu inteligencia y trabajo duro. "Asumes que tu éxito es cuestión de suerte y nunca lo achacas a tu inteligencia sino a factores externos o al hecho de que hayas tenido que trabajar muy duro para lograrlo", explica la experta.
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La percepción de conceptos como "éxito", "trabajo" y "competencia" es uno de los factores causantes del síndrome.
Cuatro posibles causas
La doctora Young identificó cuatro posibles fuentes de origen del síndrome del impostor, según Aida Baida. Estas incluyen:
1. Dinámicas familiares durante la infancia, "Cuando tu hermano es 'el inteligente' y tu eres 'la simpática', o tienes presión para sacar buenas notas, padres muy exitosos o sientes que eres la oveja negra", cuenta Aida.
2. Estereotipos sexuales, el síndrome del impostor es igualmente frecuente en hombres como en mujeres, a pesar de que antes se creía que afectaba principalmente a mujeres debido a los mensajes sociales y la presión relacionada con la maternidad y el éxito profesional.
3. Diferencias salariales y la percepción de éxito, Aida trabaja principalmente con mujeres profesionales y asegura que "la realidad de la mujer en el mundo profesional" es también una causa de este síndrome.
4. Fracaso y competencia, las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y tienen una lista de requisitos prácticamente imposibles de llevar a cabo.
Pauline Clance, una de las psicólogas clínicas que acuñó el término en 1978, también experimentó el síndrome del impostor durante su etapa escolar. Ella relata que cada vez que tenía un examen importante, sentía un miedo terrible, dice: "Pensaba que mis traumas se debían al entorno educativo"... Ella decidió guardar sus preocupaciones, ya que sus amigos estaban cansados de escucharla.
Al convertirse en profesora, comenzó a escuchar testimonios de estudiantes con buenas calificaciones que también enfrentaban el mismo problema. Un alumno le confesó: "me siento como un impostor hacia toda esta gente tan brillante". Motivada por esta experiencia, decidió junto a la doctora Suzanne Imes escribir un ensayo sobre el síndrome del impostor, para abordar el tema abiertamente.
"Me siento como un impostor"
Clance afirma: "La mayoría de las personas que sufren el síndrome del impostor no dirían que se sienten como impostores. Pero cuando oyen hablar sobre el tema exclaman: '¡Así es exactamente como me siento!'".
Evaristo Fernández, profesor de Psicología Diferencial de la UNED, explica que este síndrome está relacionado con el pesimismo defensivo. En un ensayo publicado por la AECP, Fernández señala: "El Pesimismo Defensivo (PD) y el Síndrome del Impostor (SI) tienen dos cosas en común: la existencia de dudas acerca de la propia habilidad, el miedo al fracaso y el mantenimiento de unas bajas expectativas de resultado, todo ello a pesar de una importante historia de éxitos". Además, agrega: "A pesar de sus logros, los denominados impostores manifiestan importantes dudas acerca de sus habilidades y creen que éstas son continua e injustificadamente sobreestimadas por los demás".
¿Cómo afecta a tu vida laboral?
"No se arriesgan ni se atreven a buscar un ascenso debido al miedo de no estar a la altura, por lo tanto, trabajan por debajo de su verdadero potencial", afirma. "Además, experimentan niveles elevados de estrés y su productividad se ve afectada, ya que tienden a posponer tareas o se esfuerzan excesivamente para justificar que su éxito se debe al trabajo duro y no a su talento".
El "síndrome del impostor" puede afectar tu carrera profesional, tu bienestar y tu capacidad para asumir nuevos desafíos. Si te identificas con este sentimiento, lo mejor para empezar es mostrar gratitud la próxima vez que recibas un cumplido. Como lo dice la experta: "Sin dar excusas, sin justificarte. Simplemente agradecer". Además de trabajar en cambiar esos guiones internos negativos. Con el tiempo, puedes superar este síndrome y reconocer tu verdadero valor y talento inclusive ante situaciones estresantes.
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