La clave es buscarlos ligeros, frutados y con una buena frescuras y dejar de lado aquellos empleen roble, la crianza y hasta el añejamiento. Mejor si es tinto, porque no se oxidará el color.
Para este día frío, una copa de vino calentito
En algunas películas ambientadas en la Europa de siglos pasados, los protagonistas toman vino caliente para enfrentar las bajas temperaturas. Esta receta es común en la actualidad en ese continente y para saborearlo hay que endulzado con azúcar, miel o almíbar y varias especias, con la temperatura de un té.
Gracias a la acción antiinflamatoria y medicinal de las especias que contenía, el consumo se hizo muy popular. Unos cinco siglos antes de Cristo, Hipócrates, conocido como "el padre de la medicina", creó su versión sumándole canela, clavo de olor y jengibre al vino caliente. Esta fórmula, se conoce como vino hipocrás.
La receta adquirió distintas formas, cambió de acuerdo al país donde se la producía, sin perder la esencia: calor, vino, endulzante y especias. En los países del norte y centro de Europa es muy típico encontrar puestos callejeros de vino caliente cuando empiezan los primeros fríos, y sobre todo en los mercados navideños. También es la bebida que eligen los esquiadores en los refugios de montaña para entrar en calor.
¿Cómo prepararlo?
1) Calentar media botella de vino en una olla a fuego suave. Agregar uno o dos clavos de olor, una rama de canela, un anís estrellado, un trozo de cáscara de naranja y dos cucharadas colmadas de azúcar.2) Continuar a fuego suave, siempre revolviendo para evitar que se caramelice el azúcar o la base del preparado. Observar cómo aumenta el aroma de la bebida.3) Un instante antes de que rompa el hervor, apagar el fuego, colar la bebida y servirla en tazas de té. Se puede acompañar con chocolate amargo o frutas secas.
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