Para algunas personas, saber un poco de todo puede parecer una ventaja, pero en quien lo sabe, muchas veces suele percibirse como un talón de Aquiles.
Qué es el "Síndrome de ilegitimidad", el nuevo "Síndrome del impostor"
Seguro alguna vez escuchaste el dicho "el que mucho abarca, poco aprieta". Si es así, tal vez te interese saber un poco sobre el "síndrome de ilegitimidad".
Este puede verse en algunas empresas, donde su existencia es más evidente, y donde existe la figura del "todista". Se trata de aquellas personas que tienen perfiles generalistas y que son capaces de dar respuesta a distintos temas porque tienen conocimiento general sobre todo... pero en particular, muy poco.
Para algunas personas, saber un poco de todo puede parecer una ventaja, pero en quien lo sabe, muchas veces suele percibirse como un talón de Aquiles, ya que saben que pueden entender y hablar de muchos asuntos, pero no logran conocerlos en profundidad.
Esto hace que la persona se sienta insuficiente e inexperta al tener una visión "panorámica" de diversos temas, pero no total.
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Podrás reconocer fácilmente a una persona así no solo por lo que habla y hace, sino por su currículum, ya que suele ser de lo más variado. Y, por más que parezca una virtud, esto provoca que la persona se sienta inferior o en desventaja por ello, porque siente que no cuenta con la experiencia o conocimiento suficiente a un nivel de detalle. Sabe que entiende sobre muchos temas, pero a un nivel superficial.
Para muchos, es un hermano del "síndrome del impostor", donde la persona justifica su valor laboral por factores externos.
Lo preocupante, es que termina siendo un círculo vicioso, ya que cada vez más las personas suelen estar más motivadas para explorar diferentes intereses, y saltan de una formación a otra para enriquecer su capital cultural, pero sin especializarse en nada en particular.
Lo bueno es que en muchos ámbitos laborales, contar con un pensamiento creativo, diferente y global es visto como una oportunidad. No obstante, también habrá otros puestos que requieren un nivel de conocimiento muy avanzado, donde se necesite conocimiento más específicos y expertos, lo que frustra al poseedor de tal síndrome.
Esto puede provocar ansiedad, malestar o inseguridad excesiva, dado que el afectado se siente en estado de alerta la mayor parte del tiempo. De hecho, algunos empleados pueden esforzarse el doble o trabajar en exceso en un intento por compensar aquello que perciben como falencia.
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