Dos especialistas de Mendoza advierte sobre el uso de la tecnología.
Malas posturas la computadora y celular: ¿cuándo preocuparse?
Uno de los problemas que afecta a gran parte de la población es el de las dolencias que aparecen por alteraciones posturales asociadas al uso de celulares, tablets o computadoras. De hecho, muchos niños, adolescentes y jóvenes comienzan a presentar estos síntomas en edades tempranas. Para conocer más sobre los tratamientos posibles es que consultamos a dos especialistas mendocinas.
Para entender este problema tan común en estos tiempos dominados por la tecnología, hay que tener en cuenta que la columna vertebral tiene ondulaciones naturales, que permiten desarrollar con amortiguación los movimientos cotidianos. Por ejemplo, a las curvaturas más móviles se las denomina lordosis y están en la zona cervical (cuello) y lumbar (espalda baja); mientras que, a las menos móviles, se las llama cifosis y se ubican en la zona dorsal (espalda media) y sacrocoxígea (cola).
Esas curvaturas se transforman en patológicas cuando aumentan (hiperlordosis o hipercifosis) o se pierden (rectificación). También pueden aparecer desviaciones laterales, conocidas como la famosa escoliosis.
En ese sentido, existe una conexión entre las alteraciones posturales y los desequilibrios musculares y a eso se le llama "síndrome cruzado".
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"En la cintura escapular, a la altura del pecho, tanto como en la cintura pélvica, a la altura de la cola, existen grupos de musculares desequilibrados, unos están tensos por acortamiento y otros están inhibidos por debilidad. Con el trabajo de flexibilidad en los primeros y de fuerza en los segundos se puede mejorar la situación", explicaron las licenciadas Sabrina Bondino y Marcela Vignone, a cargo de la cátedra de Kinefilaxia (prevención mediante el movimiento), de la Universidad Maza.
Para corroborar con precisión una alteración postural y el acortamiento o debilidad muscular es necesario realizar determinados test o evaluaciones. Ese diagnóstico permitirá comenzar a tiempo el tratamiento y evitar las complicaciones posteriores que comienzan cuando la afección funcional (muscular) empieza a desgastar y afectar la parte ósea, generando graves dolencias e impidiendo tratamientos eficaces.
"Hay distintos tipos de tratamientos que podrían servir siempre y cuando se evalúe, se trate y reevalúe para saber si se está haciendo lo adecuado o se deben implementar ajustes. Por lo que me gusta hablar de abordajes integrales", explicó Bondino.
La prevención es la clave
Algunas consecuencias del mal uso de los dispositivos móviles son: aislamiento y soledad, alteraciones del estado de ánimo, problemas visuales y auditivos, dolores de cabeza, problemas de comunicación y en el lenguaje, agresividad, menor rendimiento escolar, cambios de actitud, insomnio, sedentarismo, sobrepeso y obesidad, entre otros.
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Por eso y para evitar estos trastornos, se debería reflexionar sobre el uso que se da a los celulares y la cantidad de tiempo que se utiliza, entre otras cosas. Por otra parte, muchas veces el trabajo y el estudio obligan a estar conectados, por eso en estos casos es donde hay que adoptar posturas correctas para reemplazar a aquellas que parecen muy cómodas pero que nos traen todos varios inconvenientes.
Tips para tener en cuenta
Las especialistas aconsejaron mantener la espalda recta con un buen apoyo lumbar y con la mirada hacia el frente, aumentar el tamaño de la tipografía en una pantalla, evitar permanecer en una misma posición durante largos periodos de tiempo y mantener bien iluminados los espacios.
Hay tres pilares fundamentales que deben ser tratados con los profesionales adecuados e idóneamente capacitados: actividad física, descanso y alimentación.
"Debemos ser organizados, selectivos y tomar decisiones constantemente. Esta tríada es lo que nos garantiza la calidad de vida. Está en cada uno de nosotros elegir cómo queremos vivir. Esto implica hacer lugar para el cuidado del cuerpo, la mente y las emociones", sintetizó Bondino.
*Fuentes: Marcela Vignone (Licenciada en Kinesiología y Fisioterapia) y Sabrina Bondino, (Licenciada en Educación Física, en Kinesiología y Fisioterapia). Las especialistas son docentes de la Universidad Maza.