También se lo conoce como "ceguera facial". Cuáles son las señales que delatan la presencia de la prosopagnosia.
La prosopagnosia, el trastorno que impide reconocer caras
Hay personas que tienen mucha facilidad para distinguir a las otras por el aspecto de su rostro. Existen incluso profesionales en este campo. Por otro lado, a otras personas les cuesta mucho reconocer caras que han visto antes, incluso los rostros de personas muy conocidas. Quienes tienen esta dificultad sufren de prosopagnosia, también conocida como 'ceguera facial'.
Llevada al extremo, quienes sufren prosopagnosia pueden llegar a no reconocer las caras de sus seres más queridos e incluso, puede darse el caso que tengan dificultad para reconocer su propio rostro. Este término fue utilizado por primera vez por el neurólogo alemán Joachim Bodamer, que la definió como "la interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás".
Aunque también se puede padecer prosopagnosia en menor medida, algo que es mucho más frecuente, ya que algunas investigaciones sugieren que cerca del dos por ciento de la población puede tener este trastorno en algún nivel. Existen dos tipos de prosopagnosia, la congénita y la adquirida y su origen no se comprende del todo.
En el caso de que sea congénita, podría ser por causas genéticas. Si la prosopagnosia es adquirida, podría deberse a anomalías en la parte del cerebro que coordina los sistemas neuronales que controlan la percepción y memoria facial, sintetizó el sitio La Vanguardia. Algunos expertos defienden que se trata de un problema específico del reconocimiento del rostro, mientras otros piensan que podría ser un trastorno general del reconocimiento, ya que hay personas a las que también les cuesta reconocer lugares.
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Cuando esta agnosia (alteración de la percepción que impide reconocer información sensorial) es congénita, cree que podría ser hereditaria y quienes la sufren nacen sin la capacidad de reconocer los rostros. De hecho es posible que no se den cuenta de este problema hasta que son adultos, ya que esto es algo que les ocurre desde siempre. Esta dolencia podría estar presente en niños que sufren trastornos del espectro autista.
En el caso de que la ‘ceguera facial' sea adquirida, puede deberse a distintas causas de origen, como una enfermedad neurodegenerativa o un derrame cerebral. Distintos estudios dicen que una vez que surge esta dificultad para reconocer rostros, que antes no tenían, es difícil que recuperen dicha habilidad. Lo que sí pueden hacer es aprender técnicas que les ayuden a tener la mejor calidad de vida posible.
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Cómo reconocer si tengo prosopagnosia
Según la Sociedad Española de Neurología, los síntomas más habituales de la prosopagnosia son que el paciente no es capaz de reconocer caras conocidas, incluso a veces su propio reflejo; es frecuente reconocer a las personas por características concretas del rostro y diferenciar las caras es más dificultoso en imágenes estáticas que en la vida real.
La prosopagnosia no se cura y hace más incómoda la vida de quienes la sufren, que a veces se vuelven más retraídas o rehúsan asistir a reuniones sociales, porque lo pasan mal. La solución pasa por desarrollar, con la ayuda de profesionales de la neuropsicología, distintas formas para identificar a las personas de su entorno.
En los casos más graves, se puede llegar a sufrir depresión o cuadros de ansiedad. En estos casos se debe buscar la ayuda de un psicólogo o neuropsicólogo, que propondrá terapia y, en caso necesario, de un médico o psiquiatra, que puede tratar estos efectos derivados con medicación.