Algunas personas, después de comer, sienten un gran bajón y solo quieren descansar, pero no es lo aconsejable.
¿Por qué es bueno caminar para hacer la digestión?
Si bien en lo primero que pensamos es en el reposo y que después de comer lo último que nos gustaría es realizar alguna actividad pesada, existe una actividad aconsejada para la digestión.
Y es que es desaconsejable realizar ejercicio físico intenso o cambios bruscos sin que pase un tiempo determinado luego de comer, ya que estos movimientos pueden poner en riesgo tu salud con cortes de digestión repentinos.
Pero la solución para no es tirarse en el sofá después de una buena comilona, sino dar un paseo.
"Lo recomendable es que cualquier actividad se realice de forma muy paulatina para que nuestro cuerpo se acostumbre poco a poco", asegura Diego Sánchez Muñoz, fundador de IDI-Instituto Digestivo, en una entrevista para Infosalus.
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Algunas personas, después de comer, sienten un gran bajón y solo quieren descansar, ya que se produce un pico de glucemia en sangre, que será más alto cuantos más hidratos de carbono hayamos ingerido. Asimismo, también sube la insulina, que se encargará de transformar esa energía.
Cuando las personas hacen la digestión, el riego sanguíneo se concentra en los órganos encargados de esa labor, pero eso no significa que las extremidades hayan perdido su fuerza.
El cuerpo sabe repartir la sangre por las zonas que la necesitan. Es por ello que se pueden realizar actividades suaves, y caminar es la ideal.
Caminar después de comer hace que la digestión sea menos pesada, disminuye los niveles de glucosa y disminuye el almacenamiento de grasa.
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