Para interior y exterior. Para macetas o suelo. Para terrazas, balcones o galerías. Elegí las más adaptables.
Plantas que no necesitan mucha agua, ideales para Mendoza
Si en tu casa tenés una galería o un balconcito o simplemente te gustan las plantas pero sos de los que se olvidan de regarlas, no desesperes. Hay un montón de plantas que necesitan poca agua y que en Mendoza, se dan especialmente bien por el clima desértico.
Así que, antes de comprar plantas, asegúrate de que vayan con vos y tu capacidad de "cuidado".
Acá te dejamos algunas de las más lindas para exterior e interior.
Potus (Epipremmum aureum)
Un clásico entre los clásicos de interior. Bonita, con hojas grandes y en diversos tonos entre amarillos, blancos y verdes (dependiendo de la subespecie) y de las plantas fáciles de cuidar más populares. En tu casa, quedará genial colgando en una estantería o trepando con un tutor.
Para que esté perfecto, el potus necesita que se abonen una vez al mes y cada 3 en periodo de reposo. Dejá que el sustrato seque entre riego y riego (comprueba su humedad introduciendo un palo en la tierra) y evitá que le dé el sol directo. Colócalo en un espacio luminoso, pero donde reciba luz tamizada.
Cinta (Chlorophytum comosum)
También llamada malamadre, lazo de amor o araña, la cinta es originaria de Sudáfrica (hay más de 200 subespecies) y requiere apenas de cuidados. Una de las particularidades de esta planta es que, según afirma un estudio de la NASA, purifica el aire y mejora su calidad. Además, su porte colgante las hace muy vistosas para decorar cualquier rincón de tu casa. Puede plantarse en exterior, siempre que esté en una zona de semisombra donde no le dé el sol en las horas centrales del día.
Para desarrollarse bien necesita una temperatura media, así como luminosidad, pero no sol directo. En cuanto al riego, lo ideal es una vez a la semana en invierno y dos en verano. Pero si se te olvida, sus raíces tuberosas te darán un margen hasta que la riegues. Si la ves con las hojas caídas, es que necesita agua.
Tronco de brasil (Drácena fragans Massageana)
La belleza de su porte vertical y los pocos cuidados que necesita la han convertido en una estrella entre las plantas de interior. Como su nombre indica, esta planta es nativa de Brasil y se desarrolla muy bien en temperaturas más bien cálidas, entre 20 y 26 °C, lo que la hace perfecta para decorar tu casa. Su característica más destacable son sus grandes hojas lanceoladas de diversos tonos de verde, haciéndola muy atractiva.
Una de las claves para que no se te muera esta planta es no regarla en exceso. Esperá a que el sustrato esté seco para hacerlo. En verano, con una vez a la semana bastará y, en invierno, cada dos semanas. Colocala donde tenga mucha luminosidad, pero sin sol directo. Protegela también de las corrientes de aire. Le vendrá genial que pulverices sus hojas una o dos veces a la semana.
Lengua de suegra (Sansevieria Trifasciata)
Es una de las plantas más resistentes y fáciles de cuidar, además de muy apreciada por el efecto decorativo que consigue. Conocida también como lengua de tigre y espada de San Jorge, procede de África Ecuatorial, lo que les ha permitido desarrollarse para soportar grandes sequías. Las más populares son las que tienen hojas alargadas de un intenso verde con los bordes amarillos.
Esta planta es enemiga de la humedad excesiva, por lo que hay que espaciar los riegos, comprobando siempre que el sustrato esté seco (una vez al mes en invierno y dos en verano). Si está en interior, ubicala en un espacio luminoso, pero sin luz directa. Puede incluso crecer en la sombra sin problema.
Su temperatura ideal es entre 16° y 30° pero no tolera menos de 14 °, así que en invierno combiene que la cuides adentro de la casa.
Hiedra (Hedera Helix)
Otro de los clásicos para decorar interiores y exteriores. La hiedra es resistente, bonita, decorativa y, lo mejor, que se desarrolla igual de bien en interior que en exterior. ¡Es superresistente! Puede emplearse como planta colgante o tapizante. Esta increíble planta es originaria de los bosques europeos (está muy extendida por Reino Unido), el norte de África y el este de Asia. Además es conocida también por ser una de las plantas que purifican el aire.
En interior no necesita mucha agua para desarrollarse correctamente, con una vez a la semana en invierno y dos en verano será suficiente. En cuanto a la luz, prefiere zonas de semisombra y evitar el sol directo. Aguanta temperaturas hasta 0 °C y no superiores a 32 °C.
Pulverizá sus hojas de vez en cuando, especialmente en verano. Así se previene la sequedad y que aparezcan ácaros como la araña roja.
Cómo tener las suculentas divinas
Drácena marginata
Es una de las drácenas más conocidas por su adaptabilidad a los interiores y facilidad de cuidados, pero, sobre todo, por su porte esbelto, sus hojas muy alargadas de color verde amarillo y, algunas especies, con bordes rojizos (cuanto más sol reciban, más rojizos). Es procedente de las áreas tropicales de África. Es conocida también por sus propiedades purificadoras.
Lo mejor de esta planta es que no necesita mucho riego. Lo mejor es regarla abundantemente y esperar a que la tierra se seque antes de hacerlo de nuevo. Admite cualquier condición de luz, pero si quieres que crezca más rápido ponla en un lugar luminoso. La temperatura ideal es entre 22 y 26 °C, a menos de 14 °C se verá perjudicada.
Si las hojas amarillean en la punta, es porque el ambiente es muy seco, pulverizala con agua tibia.
Planta del dinero (Plectranthus verticillatus)
Según la tradición, si conseguís que esta planta se desarrolle y crezca a partir de un esqueje (no vale comprarla) tendrás suerte y atraerás el dinero. El Plectranthus es otra de esas plantas muy sencillas de cuidar que, además, es muy atractiva debido a su porte colgante. Funciona muy bien también como planta rastrera, debido a su frondosidad y verdor. Procede de la zona del sudeste del continente africano.
Ponela en un lugar (interior o exterior) donde no reciba sol directo. Prosperará mejor en condiciones de semisombra. En cuanto al riego, comprobá el nivel de sequedad con el dedo o un palo antes de regarla, teniendo siempre en cuenta el clima de tu zona. Eso sí, le gusta la humedad, por lo que si la pulverizás de vez en cuando lo agradecerá.
Si la tienes en exterior y las temperaturas bajan más de 5 o 10 °C, metela al interior o protegela del frío, ya que podría pudrirse.
Buganvilla (Bougainvillea)
Aunque no lo creas, la buganvilla es una planta muy fácil de cuidar. Esta trepadora presume de una hermosísima presencia que conquista jardines, porches y terrazas. Y es que es capaz de crear un manto rosado, anaranjado o rojizo muy atractivo. ¿Una curiosidad? En realidad, lo rosado en esta planta rústica son las brácteas, unas hojas que se encargan de proteger sus diminutas y blancas flores.
Pocas son las necesidades de la buganvilla, además de una grandísima cantidad de luz. De hecho, ya esté en interior o exterior, ponela allí donde pueda recibir todo el necesario. En cuanto al riego: en invierno y exterior es mejor limitarla al agua de lluvia, si está en interior, déjala en reposo. En verano, será suficiente con un riego semanal si está en el suelo y dos si está en maceta.
Durante el verano, cuando más bonita está, evitá mojar sus hojas durante el riego y centrate solo en las raíces.
Kokedamas: todo lo que tenés que saber sobre estas plantas