Misteriosamente algunos perros se asemejan bastante a sus dueños y hay una explicación científica para ello. En la nota te contamos de qué se trata.
Qué dice la ciencia sobre el parecido de los perros con sus dueños
A menudo podemos percibir una extraña similitud física entre perros y sus dueños. Si bien esto no es una regla en más de una ocasión es probable y, puede haberte sucedido de notar que misteriosamente algunos perros se asemejan a sus dueños.
De forma extraña, en algunas ocasiones, las mascotas pueden ser similares a sus dueños. De hecho, en algunas partes del mundo se realizan concursos para ver qué dueño se parece más a su perro.
Pero, más allá del aspecto y la percepción, hay estudios científicos que apoyan esta idea popular. En este sentido, el sitio Experto Animal revela algunos datos acerca de este mito y sostiene que algunas personas pueden experimentar lo que los psicólogos llaman "el efecto de la mera exposición" al buscar un animal de compañía.
Es decir que lo que hace que las personas se relacionen para luego seleccionar a un perro como mascota no está tanto a nivel consciente. La persona no dice: "este perro se parece a mí o se verá como yo en unos años". Existe un mecanismo psicológico-cerebral que explica este fenómeno y, aunque es sutil, está bastante marcado y en muchos casos es obvio. La respuesta al suceso tiene que ver con la palabra "familiaridad", todo lo que nos resulta familiar será aprobado a la primera porque tiene una carga de sentimiento positivo alrededor de él.
Ver: Estudio científico: ¿Los perros saben quien los engaña?
Seguidamente, el artículo menciona que cuando nos vemos en el espejo, en ciertos reflejos y en fotos todos los días y, a nivel inconsciente, las características generales de nuestro propio rostro nos parecen demasiado familiares.
La ciencia, por lo tanto, sugiere que, como en el caso de todo lo demás que hemos visto muchas veces, deberíamos estar muy aficionados a nuestra cara. Pues los perros que se parecen a sus dueños son parte de ese efecto espejo. El perro termina siendo una especie de superficie reflectante de su compañero humano, nuestra mascota nos recuerda a nuestro rostro y este es un sentimiento agradable que transferimos a ellos.
Por último, vale mencionar que si bien las similitudes en algunos casos son más notorias que en otros, no siempre coinciden con el aspecto físico, ya que al escoger a un animal de compañía de forma inconsciente buscamos a uno que se asemeje a nosotros, ya sea en apariencia o en personalidad.
Así, si somos tranquilos seleccionaremos a un perro calmado, mientras que si somos activos buscaremos a uno que pueda seguir nuestro ritmo.
Fuente: Experto Animal
Ver: ¿Por qué los perros no olvidan a quiénes maltratan a sus familias?