Aparecen de manera aleatoria, pero pueden transformarse en un verdadero dolor de cabeza.
Qué son los pensamientos intrusivos y cómo podemos manejarlos
Los pensamientos intrusivos son aquellos que aparecen en tu cabeza sin razón aparente, de manera aleatoria pero que pueden transformarse en algo recurrente, lo que puede llegar a generar angustia y malestar.
Si bien pueden ser positivos, generalmente son los negativos los que se recuerdan. Por ejemplo, pensar de repente que dejaste el horno encendido y que algo malo va a pasar, es un pensamiento inexplicable que termina provocando pánico.
Por lo general son pensamientos que olvidamos rápidamente. Sin embargo, están también los que pueden generar problemas de salud mental como el TOC, el trastorno de estrés postraumático y la ansiedad social, señala el sitio La Nación.
Se puede diferenciar un pensamiento intrusivo de una preocupación cuando se está en desacuerdo con lo que se cree es verdad, con los valores.
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Es normal que tengamos preocupaciones propias del día a día, pero eso no debería ser un pensamiento intrusivo.
Todos tenemos pensamientos intrusivos
Un estudio del 2014 encabezado por Adam Radomsky destaca que todos tenemos este tipo de pensamientos: "Sabemos que es más probable que las personas los noten o luchen con ellos durante los períodos estresantes. Pero creo que es solo un hecho de la humanidad que los tenemos. La mayoría de ellos probablemente no los notemos".
Expertos, además, aseguran que es beneficioso tenerlos: "Si no tuviéramos pensamientos aleatorios, nunca resolveríamos los problemas", explica el psicólogo clínico Mark Freeston.
Cómo saber si son un problema
La clave es saber cómo respondemos ante estos pensamientos. Freeston detalla: "Alguien podría pensar en algo extraño y malvado que está sucediendo. Si fueras Stephen King, dirías: ‘Esa es una gran idea'. Y luego escribes una novela. Pero si piensas, ‘¿Qué tipo de persona tiene este pensamiento extraño?' o ‘Podría significar que soy esta persona horrible que creo que soy', a partir de ahí, un pensamiento intrusivo podría convertirse en una obsesión".
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Las obsesiones son pensamientos intrusivos no deseados que se repiten con frecuencia y pueden desarrollarse en trastornos, especialmente en el TOC.
Los pensamientos intrusivos también pueden estar relacionados con problemas de salud, como la idea recurrente de que una enfermedad nos va a volver a afectar.
Lo ideal sería aceptarlos e ignorarlos, ya que comienzan a ocurrir más regularmente cuando se hace un gran esfuerzo por deshacerse de ellos.
"No necesariamente descartar el pensamiento o evitarlo, sino centrarse en las cosas que importan", sugiere Radomsky.
Qué causa este tipo de pensamientos
Lo importante es aceptar que son normales, producto del flujo constante de ideas y recuerdos de nuestro cerebro. A veces hay un desencadenante, pero realmente son aleatorios.
En el caso del TOC, quienes padecen este trastorno luchan con los pensamientos intrusivos. Los psicólogos pueden identificar las razones que llevan a este tipo de ideas.
Cómo acabar con los pensamientos intrusivos
Como ya hemos dicho, los pensamientos intrusivos no se pueden detener. Sin embargo hay tratamientos disponibles como la terapia cognitiva conductual y la terapia de exposición y respuesta, con diferentes enfoques según el trastorno a tratar.
Otros métodos más nuevos son la atención plena y la terapia centrada en la compasión, aunque los datos sobre estas técnicas aún no son concluyentes.
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Especialistas se encuentran estudiando estos pensamientos para ayudar a quienes creen que son un problema: "La gente a veces cree que si pierde el control de sus pensamientos, podría perder el control de su comportamiento", señala Radomsky. Y agrega: "Esas creencias en el TOC son inevitablemente falsas".