Cambiar de trabajo, de ciudad o país marca un antes y un después en la vida de cualquier pareja. La opinión de los especialistas.
Mudarse por amor: qué dice la psicología
¿Qué harías si a tu pareja le ofrecen un trabajo que siempre soñó en una nueva ciudad? La respuesta a esa pregunta puede definir los términos de una relación, en la que es necesario tener en claro los proyectos de vida de cada uno para que funcione bien.
La psicoterapeuta y diplomada en enfermería María Ibáñez Goicoechea, citada por el sitio Telva, sostiene que en una buena relación de pareja "si bien para la otra persona puede ser impactante la noticia de mudanza, cuando hay comunicación y colaboración, esta se afrontará como un reto común y algo a solucionar por ambas partes".
Acompañar a la persona a ese destino y cambiar de trabajo uno mismo, mantener una relación a distancia o simplemente separarse. Las posibilidades son muy diversas ante una situación así.
El advenimiento de un dilema como ese puede ser muy estresante para cualquier pareja. La experta, una de las directoras del Centro de Psicología e Instrospección, señala que "lo mejor es afrontar directamente los aspectos emocionales desde el principio: el temor, el enfado, la frustración... procurando entender las causas internas que llevan a sentir estas emociones".
"Como estamos hablando de una relación sentimental, esa negociación debe tener un especial cuidado con los aspectos emocionales, pues después de la negociación, va a haber muchas oportunidades y circunstancias que pondrán a prueba los acuerdos alcanzados", señala el psicólogo Jesús Jiménez Cascallana.
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Según el experto, "habitualmente, cuando la situación se plantea para beneficio de ambos, y ambos lo sienten así, todos los nuevos retos y circunstancias se van a afrontar mucho mejor".
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Pero también pueden generarse algunos puntos de desencuentro. "El principal es que uno se plantee el nuevo trabajo como algo deseable, sin tener en cuenta cómo afectarán estos cambios a la relación de pareja, y que la otra parte viva esta situación impuesta, sintiéndose perjudicada".
El psicólogo afirma que, incluso, si uno de los dos se siente más vulnerable al principio, es bueno intentar vivir el cambio como una ocasión de aprendizaje para los dos.