Siempre desperdicié una buena cantidad de papas pegadas tristemente en la asadera. Hasta que aprendí este truco.
Para que no se te peguen nunca más las papas al horno
Sí. Soy de esas personas que pasan buena parte de su vida pegando las papas en el fondo de la asadera. No importaba si era de hierro, aluminio, teflonadas, acero, lo que fuere. Siempre, pero siempre de verdad, se me pegaron las papas al horno.
Por mucho tiempo y luego de consumir minutos de tutoriales y pedir consejos (a mi mujer Gabriela, no se le pegan jamás) me resigné a poner un poco más de papas, para alimentar el fondo oscuro de la asadera. Antes había probado marcarlas en aceite, darles un hervor, poner agua en la asadera, caldo, de todo.
Hasta que aprendí un nuevo truco. El secreto del pan rallado. Y no se te van a pegar nunca más.
Este fin de semana recurrí al freezer y encontré un trozo de vacío de ternera de 1,5 kilos, aproximadamente. De la época del libre comercio. Ustedes eran chicos, y seguro no se acuerdan. Así es que condimenté bien la carne, y la mandé al horno. Saque una foto para el recuerdo mientras la emprendía con las papas:
Papas que no se pegan
La historia consiste en precalentar el horno (no más de 200 grados - moderado-alto), mientras pelás, lavás y secás las papas. Para la preparación de la foto usé 1,5 kg de papas peladas, aproximadamente. Las puse en un bol bastante grande, les agregué un pocillo de aceite común de girasol (cualquiera que tengas en tu casa) y las revolví bien con un par de cucharas.
Luego sumé pimentón dulce, ají molido, perejil (puede ser provenzal), sal, y vuelta a revolver hasta que las papas se impregnaron bien. Y luego, el toque final. "Pintar" la asadera (cualquiera) con un poco más de aceite, y agregar a las papas dos cucharadas bien generosas de pan rallado. Revolver por última vez, y colocar en la fuente. En casa, estuvieron listas en 40 minutos de horno a 180 grados. Y no se pegó ni una.
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