Esta es la mejor y más sencilla manera de conservarla por varios días sin que se oxide.
Palta, la manera de conservarla por días sin que se oxide
La palta está llena de virtudes gastronómicas y nutricionales, pero tiene un pequeño inconveniente: se oxida muy rápidamente en cuanto se abre. No es más que una reacción química natural a la que son más sensibles las frutas cuya pulpa dejamos al descubierto.
Los consumidores habituales de este fruto tropical hemos tenido que lidiar con el dilema de qué hacer cuando solo necesitamos medio fruto.
Una práctica habitual, pero poco efectiva, es la de dejar el hueso o carozo en la porción que no vamos a consumir, y envolver esta en plástico film o papel de aluminio. Es un apaño que solo sirve a muy corto plazo, pues mantener el carozo no sirve de nada en la pulpa expuesta al aire. Tampoco sirve para mantenerla brillante y fresca.
Para eso se recomiendo rociar el fruto con jugo de limón, aunque tampoco es infalible, además, dejará el sabor ácido del cítrico. Al final, muchos nos resignamos a rascar la capa exterior oxidada, procurando consumirlo pronto tras su apertura, pero el sistema más efectivo para conservar la palta brillante es sencillo.
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Agua para retrasar la oxidación
Simplemente hay que utilizar agua potable y unas gotas de zumo de limón, ambos retrasarán el proceso de oxidación que sufre la fruta al exponerse al oxígeno cuando lo separamos de su piel protectora.
Para ello, no tenemos más que preparar un recipiente del tamaño suficiente para albergar nuestra media palta y llenarla de agua fría, mejor si tiene tapa hermética. Una vez abrimos la palta por la mitad, mantenemos si es posible el carazo en la parte a conservar, y rápidamente lo colocamos en el agua boca abajo, con la piel hacia arriba.
Ya solo queda cerrar bien y guardar en la heladera, donde tras más de 48 horas hemos comprobado que apenas aparecen signos de oxidación.
En cualquier caso, no es recomendable mantener más de 72 horas una palta abierta o cualquier preparación con esta fruta en crudo, siendo dos días el tiempo máximo aconsejado para percibir el sabor sin demasiadas alteraciones.
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