Existen dos tipos de mollejas que se diferencian por su textura, sabor y en el tipo de cocción que necesitan.
Mollejas de garganta o corazón: ¿cuál elegir para el asado perfecto?
Las mollejas de vaca son un manjar indispensable para los amantes del asado, y para disfrutar al máximo su sabor, es esencial saber cuál de sus dos variantes es la ideal para preparar a la parrilla.
Aunque a simple vista la molleja de garganta y la de corazón parecen similares, estas vísceras tienen características muy distintas que influyen en su sabor, textura y preparación. En este sentido, especialistas comparten una serie de consejos a tener en cuenta.
Diferencias entre las mollejas de garganta y las de corazón
- Mollejas de corazón: Este tipo de molleja es más graso y tierno, lo que la convierte en la opción ideal para asarlas a la parrilla. La grasa ayuda a que no se sequen durante la cocción, y su textura jugosa las hace más fáciles de disfrutar. Si buscamos un sabor más suave y una cocción perfecta en la parrilla, las mollejas de corazón son la elección más recomendada.
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- Mollejas de garganta: Son más magras, por lo que tienen una textura más firme y menos jugosa que las de corazón. Aunque también son deliciosas, suelen ser más indicadas para incorporarlas en platos como brochetas, donde pueden combinarse con otros ingredientes para aportar su sabor particular sin que se resequen demasiado.
Más datos importantes
Generalmente, las mollejas provienen de novillitos o "vaquillonas", animales jóvenes cuyas mollejas son más grandes y jugosas. A medida que la vaca madura, las mollejas se reducen de tamaño y pierden parte de su suavidad, lo que explica por qué las más grandes y sabrosas provienen de vacas jóvenes.
De esta manera, si nuestro objetivo es disfrutar de una parrillada jugosa y con un sabor más tierno, las mollejas de corazón son las más adecuadas. Por el contrario, si buscamos una textura más firme y que permita ser incorporada a otros platos, las de garganta serán perfectas.
En ambos casos, antes de preparar las mollejas, se recomienda blanquearlas hirviéndolas en agua fría o dejarlas reposadas en jugo de limón para retirar el exceso de grasa.
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