La miel adulterada no tiene las mismas características y existe un procedimiento con el que podés saber qué tipo de miel tenes en casa.
¡Atención! Así podés saber si tu miel de abeja está adulterada
Durante generaciones se ha difundido que consumir miel tiene múltiples beneficios para nuestro organismo. Es que está por demás probado que este noble producto es muy beneficioso pero, además, es muy versátil y se puede incorporar en numerosas recetas.
La miel es un fluido muy dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos. Estas sustancias son recogidas por las abejas, luego transformadas al combinarlas con sustancias propias, depositadas, deshidratadas y almacenadas en los panales para su maduración.
Por otra parte, y haciendo referencia a las condiciones de preservación para su consumo, vale mencionar que la miel es un ingrediente muy resistente y es muy difícil que se eche a perder. Pero esto no implica que no sea posible y cuándo esto sucede puede que se trate de miel adulterada y a continuación te enseñamos a distinguirlas.
La miel tiene múltiples beneficios para nuestro organismo.
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¿Cómo saber si mi miel está adulterada?
Solamente necesitas colocar un poco de miel sobre una toalla de papel absorbente, si la miel ha sido adulterada con agua, esta dejará una marca de humedad visible sobre el papel e incluso es posible que el papel se ablande y se rompa, esto debido a la elevada cantidad de agua que puede tener
Es que puede suceder que algunos productores de miel rebajan este alimento con agua para aumentar la producción. Esto, con el paso del tiempo, desencadenará en que se vea más líquida en comparación a la miel real, que puede cristalizarse u oscurecerse, no obstante.
Se puede comprobar si el producto esta adulterado con una simple servilleta.
¿Qué vencimiento tiene la miel?
Lo primero que debes de saber es que la miel no caduca y puede durar años, incluso hay reportes sobre hallazgos de este alimento con una antigüedad cercana a los 3000 años de edad; esto se debe a su baja humedad, baja acidez y sus propiedades antibacterianas, lo que hace muy difícil que se desarrollen los organismos que la echen a perder.
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