El revolucionario "método de los 2 minutos" para tener la casa en orden

Es muy sencillo y evita dolores de cabeza. ¿Cómo se aplica?

El revolucionario "método de los 2 minutos" para tener la casa en orden

Por: Mendoza Post

 ¿Cuántas veces pensaste "mejor lo hago después" y dejaste una tarea sencilla para más adelante? La procrastinación es algo común a todas las personas. Y más allá de la gastada frase "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", existe una técnica que disuade a muchos de dejar tareas pendientes y que sirve para mantener el orden en el hogar

El "método de los 2 minutos", como se lo conoce, es sencillo y práctico. A veces parece que aplazar la resolución de una tarea corta no trae consecuencias, pero cuando nos fijamos, los pendientes se acumularon y lo que era algo corto se transforma en un trabajo que puede llevar horas. Contra eso se inventó este método.

Consiste, básicamente, en un cambio de hábitos en lo que hace a la limpieza y el orden. Si bien parece obvio, no lo es para muchas personas. Se puede resumir en una oración: si algo tarda menos de dos minutos en resolverse, hacerlo en el momento. No dejarlo para más adelante, puesto que esos dos minutos pueden ir acumulándose y transformarse en horas.

El desorden permanente en el hogar puede ser motivo de estrés.

Aplicando este sencillo método, evitaremos mucho estrés que trae el hecho de tener la casa desordenada. Este malestar se acentuó para muchos en el marco de la pandemia y el aislamiento. Encerrados en nuestros hogares, ellos y nuestra familia eran todo lo que teníamos. 

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El método de los 2 minutos es fácil. Para muestra, algunos ejemplos:

-Al acostarse y desvestirse, no dejar la ropa sobre la cama o sobre una silla. Tomarse dos minutos para doblarla y guardarla en el armario. ¿Cuántas veces miramos la cama y la encontramos llena de prendas de la última semana?

La tranquilidad de tener la casa ordenada y limpia.

-No importa si merendamos y usamos solo un plato y un vaso. Al finalizar, lavarlos en el momento. No hace falta contarle a nadie lo rápido que la pileta de la cocina se llena de cosas para lavar, ya que todos lo hemos vivido.

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-No dejar papeles sobre la mesa o el escritorio. Facturas, carpetas, libros y demás elementos cotidianos suelen acumularse allí.

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