Los fármacos que pueden causar secuelas extras, aunque su relación riesgo-beneficio hace que sean recomendados.
Los efectos secundarios de los medicamentos para el colesterol
Millones de personas en el mundo sufren problemas de colesterol alto. Las estatinas son una de las familias de medicamentos más usadas para poder combatirlo y colaboran para prevenir una enfermedad coronaria. Entre los más utilizados se pueden citar a la atorvastatina, la sim-vastatina, la rosuvastatina, la pravastatina, la lovastatina y la fluvastatina.
Su función es disminuir el colesterol total y el LDL, aumentar el colesterol HDL y reducir los triglicéridos. El alcance de los cambios dependerá de cuáles se utilicen y de las dosis empleadas. También estabilizan las placas ateromas en el interior de las arterias, son antiinflamatorias, reducen el estrés oxidativos, disminuyen el riesgo de trombosis al hacer más fluida la sangre y protegen los riñones al resguardar sus arterias.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado es que el balance riesgo-beneficio justifique ampliamente su utilización. ¿Por qué? Es que el cerebro reúne una gran concentración de colesterol que es fundamental para la arquitectura estructural de las neuronas y tiene un papel decisivo en las conexiones entre ellas, que son la base de la memoria y el aprendizaje.
Si bien existen riesgos de sufrir problemas cerebrales, en realidad son bajos y reversibles. Los expertos también consideran que estas acciones son verdaderas y que un subgrupo de la población es vulnerable a ellas.
Se cree que por alteraciones genéticas el grupo en riesgo son personas con defectos en las mitocondrias, minúsculas estructuras del interior de las neuronas y células, responsables de generar la energía para su normal funcionamiento.
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Lo descripto no resta mérito a la invalorable utilidad de las estatinas ni mucho menos que no se consuman, sino que tanto el médico como el paciente estén atentos a estos posibles efectos cerebrales secundarios. Caso contrario se puede atribuir esos síntomas a otras enfermedades (Alzheimer incipiente, por ejemplo).
Enfermedad de Parkinson: diferentes estudios han constatado un riesgo cuatro veces mayor de padecer esta enfermedad, en personas de edad avanzada (entre 71-75 años), con un colesterol LDL< 80mg/DL que las personas de estas características cuyo colesterol "malo" supera la cantidad de 140mg/ DL.
Rendimiento cognitivo y riesgo de demencia: según datos de la investigación Framingham Heart Study, las personas cuyo colesterol LDL estaba dentro de los límites saludables, es decir por debajo de 200mg/ DL, presentaban un peor desempeño cognitivo (concentración, fluidez y razonamiento) que los sujetos que superan las cotas altas de colesterol, por encima de 200-240 mg/ DL.
Del mismo modo, otros estudios han demostrado que en personas de edad avanzada, una tasa de colesterol por encima de los límites actuales se asocia con una mayor memoria y un menor riesgo de demencia y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Problemas de comportamiento: según estudios, valores bajos de colesterol se han visto relacionados con problemas de comportamientos violentos, antisociales e incluso tendencias de suicidio.
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