Una serie de malos hábitos que podrían afectar la limpieza de tu hogar. Tomá nota.
Estos son los errores más comunes que cometés a la hora de limpiar
Quizás creés que estás limpiando de manera correcta y no te das cuenta que en realidad estás cometiendo un sinnúmero de errores. Y en época de pandemia, en donde mantener la casa libre de virus, gérmenes y bacterias es vital, esto no puede ocurrir.
Puede ser que no estés seleccionando los productos correctos o que uses los mismos utensilios para distintos lugares de la casa, por ejemplo.
Para que tengas en cuenta, estos son los malos hábitos más frecuentes a la hora de hacer limpieza en tu hogar, según el sitio Hola!.
No elegir bien los productos de limpieza
Puede que tener un producto para limpiar cada superficie y material resulte incómodo, pero tampoco es adecuado confiar en los multiusos para todo. Como recomendación general, lo mejor es tratar de evitar los productos más agresivos y usarlos únicamente cuando sean necesarios. Acostumbrate a leer las indicaciones de los fabricantes y utilizá productos específicos para las superficies más delicadas.
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Un consejo: explora el mundo de los limpiadores naturales. Polvos de talco, bicarbonato sódico, vinagre blanco, limón, sal, etc. Todos estos ingredientes te ayudan a tener tu casa impoluta.
Confundir limpieza con desinfección
Limpiar no es lo mismo que desinfectar y tener en claro esta diferencia es sumamente importante. En plena lucha contra el coronavirus, tenemos que saber cómo limpiar cada espacio, para eliminar la suciedad, y qué tratamiento darle para acabar con posibles virus y microorganismos.
Primero debemos limpiar nuestra casa y después desinfectarla adecuadamente, en especial zonas como la cocina o el cuarto de baño en los que esa tarea se hace prioritaria. Además de productos como el detergente, el jabón, el amoniaco, etc., para desinfectar hacen falta otro tipo de productos como la labandina o el alcohol, utilizados en las dosis y diluciones adecuadas.
Utilizar los mismos utensilios para limpiar toda la casa
Limpiar todos los espacios de la casa con el mismo trapo o estropajo es uno de los errores más habituales (y uno de los peores), ya que la suciedad y las bacterias se desplazan de un lado para otro y colonizan todas las habitaciones. Mejor renová tu equipo de limpieza y destiná paños específicos para cada uso: para limpiar el baño, la cocina, el polvo de los muebles, etc.
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Un consejo: en tiempos de coronavirus, apostá por el papel desechable, en especial si tenés que desinfectar zonas claves, como la encimera de la cocina, por ejemplo.
No seguir el orden correcto
¿Sabés por dónde tenés que empezar a la hora de limpiar una habitación? Lo más lógico es hacerlo siguiendo un orden vertical de arriba hacia abajo, ya que el polvo de los muebles más altos caerá al suelo. Después de repasar todo aquello que está más cerca del techo, continuá con el resto de muebles y superficies y terminá limpiando el suelo a fondo. Aplicá el tratamiento adecuado según el material del piso: madera, laminado, cerámica, cemento pulido, etc.
No limpiar los utensilios de limpieza
Desde los estropajos al aspirador, mantener limpios los elementos con los que realizás las tareas domésticas es esencial, si querés lograr unos resultados aceptables de higiene. Es imposible limpiar con trapos sucias, con cepillos llenos de residuos o con electrodomésticos que no están a punto. Renovalos a menudo y lavalos en la lavadora después de cada uso. Un consejo: extremá los cuidados que le dedicás a tus electrodomésticos de limpieza, manteniendo bien limpio el filtro del aspirador, y también los de la lavadora y el lavavajillas.
Limpiar los virios los días soleados
A nadie se le ocurre limpiar los cristales de casa un día de lluvia, lógicamente. Sin embargo, hacerlo cuando hay mucho sol (o mucho viento) tampoco es lo más adecuado, ya que el limpiacristales se seca demasiado rápido y será difícil evitar que te queden marcas. Por eso, si es posible, elegí un día nublado.
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Un consejo para evitar las marcas: limpiá los cristales pasando el trapo en sentido horizontal por el interior de la ventana, y en sentido vertical por la parte exterior. Al hacerlo de forma diferente por un lado y por el otro, si quedan marcas, sabrás dónde están y será más fácil eliminarlas.
Barrer en lugar de pasar el aspirador
Tener la escoba a mano y utilizarla habitualmente para limpiar el suelo puede ser un error, si hace que dejemos de lado el aspirador. Es cierto que nos resulta más incómodo sacar, armar y enchufar dicho electrodoméstico, pero los resultados de limpieza no son comparables. El aspirador recoge el polvo de forma eficiente, mientras que el cepillo de barrer lo disemina en gran parte por el ambiente.
Un consejo: conseguí con un aspirador sin cable tipo escoba, y ya no tendrás excusas para usarlo cada vez que lo necesites. Y si hay alérgicos al polvo o a los ácaros en casa, elegí un modelo equipado con un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air): atrapará hasta las motas de polvo más pequeñas.
Utilizar el plumero a todas horas
Un plumero puede cumplir su función en determinadas ocasiones (para limpiar lugares altos de difícil acceso), pero no conviene usarlo continuamente. En lugar de atrapar el polvo y las partículas de suciedad, las dispersa por la habitación, con lo cual no resulta efectivo en absoluto. Lo mejor es limpiar utilizando un paño de microfibra ligeramente humedecido.
Olvidarse de los rincones
Nuestra casa está llena de rincones y recovecos que también tienen que estar limpios. Sin embargo, por su difícil acceso o porque los relegamos al olvido, a veces no les prestamos la suficiente atención.
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De vez en cuando es necesario que dediquemos un tiempo a limpiar estos rincones: las guías de las puertas y ventanas correderas, los rodapiés, los enchufes e interruptores, los radiadores, las lamas de las persianas, el espacio detrás de la nevera, etc. Como ves, hay una larga lista de "puntos ocultos" que repasar cada cierto tiempo.