No hace falta que te "mates" limpiando si podés seguir adaptar estos hábitos a tu rutina.
Los 12 tips diarios para mantener tu casa impecable
Si bien hace falta realizar una buena limpieza profunda de vez en cuando, es posible que tu casa luzca impecable en el día a día siguiendo ciertos tips que podés adaptar fácilmente a tu rutina.
Lo importante es conseguir que se hagan un hábito, para que al momento de la gran limpieza todo sea mucho más sencillo.
Así vas a ver que tu casa puede lucir ordenada y limpia todos los días, aunque no tengas tiempo para ponerte a limpiar en profundidad tan seguido.
1. Hacé la cama cuando te levantes
Es uno de los básicos del orden. Hacer la cama cuando te levantás tiene muchos beneficios: desde potenciar tu autoestima hasta reducir el estrés. Pero lo mejor es que, cuando vuelvas del trabajo, la sensación de orden te invadirá y sentirás que tu habitación es mucho más acogedora. Además, dormir con la cama sin hacer repercute negativamente en tu descanso.
2. Lavá los platos después de cada comida
Si lo hacés después de cada comida, evitarás que la suciedad quede incrustada en los platos, pero también prevendrás que se acumulen los malos olores en tu cocina. De esa manera no tendrás que enfrentarte a ellos la mañana siguiente, cuando siempre estás apurado o sin ganas.
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3. Guardá las cosas después de cada uso
Es la regla número uno del orden. Si usás algo, devolvelo a su sitio cuando hayas terminado de utilizarlo. Puede resultar algo tedioso, pero es una rutina que te ayudará a mantener tu casa ordenada en todo momento y, lo mejor de todo, libre de objetos fuera de lugar.
4. Repasá el baño después de la ducha
No se trata de que lo limpies como cuando hacés limpieza general, pero aprovechá para colocar las toallas, eliminar las posibles manchas de pasta de dientes del lavamanos o pasar un paño rápido por la mampara para eliminar la cal. El calor del agua de la ducha ablanda la suciedad, de manera que será mucho más fácil (y rápido) hacerlo.
5. Juntá la ropa que te quitás cuando llegás a casa
Lo ideal es que eches en el cubo de la ropa sucia aquellas prendas que necesiten ser lavadas, mientras que deberías guardar en su sitio aquella ropa que puede utilizarse varias veces más antes de pasar por la lavandería.
6. Dejá limpia la mesada después de cocinar
Si vas recogiendo lo que usás según vas cocinando, este paso será muy fácil. Con el trapo que uses para limpiar la mesada, pasá toda la superficie, prestando especial atención a las manchas de aceite o grasa (no hay nada más desagradable que ir a prepararse el café por la mañana y encontrar la cocina grasienta). También tené cuidado de no tirar las migas o restos de comida al suelo. No te olvides después de limpiar y enjuagar el trapo para que no acumule malos olores.
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7. Ordená el estar antes de irte a la cama
Colocá bien la funda del sofá, dá un repaso a la mesa de centro, doblá la mantita con la que te tapás cuando te relajas en el sillón y poné los almohadones en su sitio. Todo esto no te llevará más de cinco minutos y lo agradecerás enormemente cuando te levantes por la mañana y no veas este espacio como si hubiera pasado un huracán.
8. Si algo se mancha, se limpia
Es la misma máxima que debés seguir cuando algo sale de su lugar y después hay que retornarlo. Esto es más o menos lo mismo, pero con la ventaja de que no tendrás que pelearte con la mancha tiempo después, cuando sea mucho más difícil limpiarla.
9. Si ves algo sucio, limpialo
Es un poco lo mismo que antes, la única diferencia es que tal vez la mancha no sea reciente. Si lo dejás pasar, se te volverá a olvidar y así sucesivamente hasta que tengas que hacer limpieza general y la mancha sea mucho más difícil de eliminar. Así que cuando veas algo sucio, aprovechá el momento para darle un repaso rápido.
10. Revisá el correo a diario y guardá los papeles importantes
Cuando llegues a casa después de un largo día, no dejes el correo encima del mueble del recibidor. Lo ideal es que separes el correo importante de la publicidad, que debería ir al tacho de la basura. Mientras, abr las cartas importantes, como facturas o notificaciones. Tiraá los sobres y clasificá y guardá las facturas importantes donde corresponda. Así no se acumulará todo en el recibidor y lo mantendrás despejado. Además, te será mucho más fácil tener los papeles importantes organizados y, lo más importante, localizados siempre que los necesites.
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11. No dejés el calzado tirado por ahí
Podés hacer un mueble zapatero y tener el calzado que usás con mayor frecuencia ahí. Así, cuando llegás a casa te será mucho más fácil sacar un calzado cómodo y guardar los zapatos que llevaste durante todo el día.
12. Repasá los suelos después de cocinar
Si te gusta cocinar, sabés que la cocina es el lugar en el que más se ensucia el suelo. Por eso, después de estar rodeado de sartenes y ollas y haber limpiado la mesada, pasá la escoba para quitar la suciedad más visible. Si la cocina está muy sucia, aprovechá también para fregar el piso.
Fuente: Hola!